TENDENCIAS
¿Ha muerto la industria de bolígrafos?
Hace unos días, en una de esas calles del centro de toda capital americana, encontramos a dos vendedores ambulantes de cargas o repuestos de tinta de bolígrafos y plumas.
Verlos nos dio una gran nostalgia porque son el símbolo de toda una época en la medida que los hijos crecían, los padres aprovechaban ocasiones especiales para regalarlos con un bolígrafo que llevara el nombre o las iniciales grabadas. También ocurría en las empresas, cuando los empleados cumplían un número de años.
De eso ya ha pasado tiempo para muchos, y es probable que a un empleado que cumple 20 años en una empresa le regalen de recuerdo una computadora personal o una tableta, antes que un bolígrafo grabado con su nombre, por más valor que este tenga.
Se tiene que reconocer que el desarrollo de la tecnología y el mundo digital han impactado en el mercado de los bolígrafos. Lo que no se sabía hasta ahora era cuánto y cuál es el futuro de estos productos.
En 2014, los bolígrafos y las plumas generaron ingresos por USD 16,2 mil millones en todo el mundo, según cifras de Technavio citadas por el Chicago Tribune en una nota sobre el tema, y se espera que en 2019, alcancen los USD 20,9 mil millones.
En los países asiáticos y los de América Latina, el crecimiento está en función de la alfabetización, pero en EE.UU. y Europa el crecimiento está asociado a la percepción de ser un artículo de lujo, moda y de estatus. Para estos últimos es que se mantienen las tiendas especializadas.
Algunas tendencia que han favorecido que esta industria se mantenga viva y la gente siga escribiendo:
- La búsqueda de un estilo especial de vida.
- El interés en llevar un diario.
- El mayor uso de merchandising para promocionar empresas.
¿Cuáles tienen espacio, según sugiere Chicago Tribune?
- Los bolígrafos convencionales en países y continentes que impulsan sus procesos de educación.
- Los bolígrafos convencionales que se usan en el merchandising.
- Los bolígrafos o plumas de lujo.
- Los bolígrafos con valor añadido: colores originales, figuras de moda como Star Wars, entre otros.
Todo parece indicar, entonces, que los bolígrafos y plumas no han muerto y que la tecnología digital ahora sirve para que la gente esté conectada e informada, pero sus instrumentos de escritura siguen siendo los bolígrafos, por lo menos, los datos siguen acompañando esa tesis.
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