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Leones y gacelas: el problema de encasillar a los niños

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Las gacelas son más rápidas que los leones por naturaleza, sin embargo, los leones comen gacelas.
04 de abril de 2016
Red star
Por qué es importante
El principal problema con lo que perciben los niños es cómo interpretan esas separaciones y si estas son consideradas como un augurio para el resto de sus vidas.

En lugares como Estados Unidos, en las escuelas es común separar a los niños por habilidades y capacidades en los distintos cursos. No se les dice por supuesto que algunos son mejores que otros de forma directa. Se procura darles nombres de animales, objetos o letras que en sí no presenten atributos malos.

Los padres, sin embargo, sí entienden las denominaciones detrás de estos nombres. Por ejemplo, creamos los grupos leones y gacelas. Las gacelas son más rápidas que los leones por naturaleza, sin embargo, los leones comen gacelas.

Tratando de ser positivos se podría decir que las gacelas son buenas en arte o música, pero son malos en matemáticas. Por su parte, los leones no son necesariamente buenos en arte o música pero son muy buenos en matemáticas. Como la mayoría de sistemas educativos le da mayor prioridad al curso de números, los leones se encuentran en un mejor grupo.

Sin embargo, contrario a lo que se piensa, los niños son completamente capaces de entender estas denominaciones o separaciones. Ejemplo de esto lo vemos en el artículo “Research says children are smart enough to know when they’re being treated like they’re stupid” elaborado por el portal de noticias Quartz, sobre el que se inspira esta nota.

El artículo cita el caso de un niño que le dice a la autora que “él nunca podrá ser tan bueno como sus amigos en matemáticas dado que es tan sólo una moto y no un Ferrari”.

El principal problema con esta inocente apreciación del niño “nunca voy a poder ser”, es que la denominación no solo es comprensible sino que es interpretada como un augurio para el resto de la vida del pequeño, lo cual puede tener efectos hasta la adultez.

En otras palabras, los profesores tienen que saber que llamar a los niños motos o Ferraris no es un juego para ellos y que pueden llegar a hacerse ideas equivocadas.

Otra niña entrevistada en el articulo, cuyo nombre es Yolanda, dijo con mucha seguridad que ella nunca va a superar a sus compañeros porque ellos han nacido con un “cerebro más grande que los demás”.

Si bien el separar por grupos a los niños es parte de la respuesta de algunos colegios a modelos educativos en los que los niños reciben educación según sus habilidades, esta podría no ser la mejor solución al encargo.

En todo caso, podría tocarse el tema explicando y haciendo entender a los niños que algunos somos más hábiles en algunas cosas que otros. Y que, por supuesto, esto no es algo malo y no te hace mejor ni peor.