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Tierra de nadie

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Jeremiah Heaton en Bir Tawail, un pedazo de tierra entre Egipto y Sudán que no pertenece a nadie oficialmente.
10 de marzo de 2016
Red star
Por qué es importante
Jack Shenker, quien hizo una película sobre el lugar, afirma que no hay ningún pedazo de tierra que sea de nadie y que Bir Tawail es usado por pobladores como ruta de intercambio.

La idea de hacerte con un pedazo de tierra que no le pertenezca a nadie y establecer ahí un imperio, enorme y temerario, podríamos remontarla al romanticismo. Es la clase de idea que escucharíamos en novelas antiguas y que luego se harían presentes en nuestros juegos y fantasías de la niñez. Ser rey, emperador, que el mundo te siga y te admire, o te odie y te tema.

La buena noticia es que efectivamente ese pedazo de tierra existe y no solo en nuestra fantasía.

Bir Tawail es el nombre de este lugar, alejado de todo y rodeado de desierto. Ese pedazo de tierra existe entre Egipto y Sudán y ninguna de ambas regiones ha decidido reclamarlo. Como consecuencia de ello, un granjero de 38 años, oriundo de Virginia llamado Jeremiah Heaton decidió tomar posesión del lugar. No es que se haya decidido adelantar al resto del mundo, sino que atendiendo a una petición de su hija que quería ser una princesa de verdad, inició una petición para recibir donaciones y así, empezar a crear su país.

No se esperaba, sin embargo, que el mundo entero reaccionara de una forma negativa. Esto se debe a que fue ese pensamiento de conquistar “tierras que no pertenecían a nadie” el que nos ha llevado a siglos de guerras fronterizas.

El autor del artículo “Welcome to the land that no country wants”, Jack Shenker, nos cuenta desde su propia experiencia como es esto de las fronteras desde su propia experiencia porque fue uno de los primeros extranjeros que se atrevió a ir a esta tierra.

Su aventura se inició en las vísperas de una revolución en Egipto y con la idea de hacer una película junto a un amigo suyo. Después de un montón de problemas y dificultades, Shenker, su amigo y el joven que los había llevado hasta el lugar, llegaron a Bir Tawail. Sin embargo, el autor cuenta que la llegada no fue lo que esperaban.

Por ello, señala que el principio que está detrás de la petición de Heaton: construir su país (terra nullius) es uno con fundamentos podridos y que ha ocasionado años de guerras fronterizas.

Para Shenker, ningún pedazo de tierra es tierra de nadie, de alguna u otra forma la raza humana ha hecho su parte en ella. Por ejemplo, Bir Tawail es usado por pobladores del lugar como ruta de intercambio. También, advierte que si bien ver fronteras entre países hoy nos parece completamente normal, han tenido que pasar años de muertes y dolor para que estemos donde estamos ahora con todo bien configurado.

Finalmente, concluye que si existe un último pedazo de tierra sin reclamar estos deberían ser para refugiados, gente sin esperanza en otros países, entre otros.