TENDENCIAS
El amor en los tiempos de Tinder
A lo largo de la historia, cientos de artistas, poetas y escritores de novelas han usado el arte para ilustrar lo que para ellos representa el amor, y también han sido muchas las páginas que se han escrito en su nombre, sin poder lograr entenderlo del todo.
En generaciones más recientes, y con mayor cantidad de recursos, no hemos podido ni siquiera acercarnos a la forma en que hablaron de amor las generaciones anteriores, quizá porque la tendencia es a querer racionalizarlo.
Probablemente así cómo hoy decimos de nuestros antepasados ¿Cómo eran capaces de tanta sensibilidad?”, hacia futuro las nuevas generaciones se preguntarán ¿Qué difícil era para ellos expresar el amor?
Una de las explicaciones que hay para esto es que la llegada de la tecnología ha simplificado todo y ha terminado por simplificar también el amor. El resultado de esto es que en lugar de que las historias de amor se construyan en varios episodios de vivencias con la persona amada, hay aplicaciones como Tinder que reducen esos episodios a tres clics para ver, conocer y enamorarse de alguien.
Si bien algunas personas usan la aplicación para encontrar contactos ocasionales, lo cierto es que hay muchas personas que sí buscan encontrarse con alguien digno de su amor. Y, atendiendo a su pedido, la ciencia ha encontrado la medida para conocer al mejor candidato. Así nos lo dice el artículo de Quartz “Swipe left 37 times: The mathematical formula to find “The One””.
El método Tinder busca maximizar la probabilidad de encontrar a la persona amada y minimizar el riesgo de que la persona sea rechazada. El programa que está detrás de este software no solo es utilizado para encontrar el amor, sino también para contratar a alguien porque se trata de un método de selección para conseguir a la mejor persona. Según este método, debes pasar por el 37% de las opciones y elegir al siguiente. Las bases del algoritmo, señalan que debes ver aproximadamente a 2.718 personas y, optar automáticamente por quedarte con la que siguiente.
Sin embargo, si nos ponemos a pensar, 2.718 personas es un montón de gente. Dudo mucho que alguien en este mundo haya salido con tal número de gente antes de encontrar a su media naranja. Si fuese así, obviamente elegiría al siguiente porque ya casi habría perdido toda esperanza.
En fin, todo parece indicar que las historias de amor sobre las que escribía Jane Austen, han quedado atrás.
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