PERSONAS
Jane Lubchenko, la diplomática de los océanos
En 2015, el Departamento de Estado de los EE.UU. designó por primera vez en su historia a Jane Lubchenko como la primera diplomática de los océanos de los EE. UU., con el fin de que pueda viajar por el mundo representando a los EE.UU.
Este es el segundo reconocimiento que le ha hecho el presidente Obama, porque ya en 2008, la designó como la directora del National Oceanic and Atmospheric Administration, con el fin de que dirija al “green dream team”. No por nada es denominada la mujer biónica de la buena ciencia “Bionic woman of good science” en inglés, según detalla Pacific Standard, en su artículo The Bionic Woman.
Su tesis es que no hay soluciones únicas para los océanos, pero tiene claro que los parques o las reservas marinas son una de las buenas apuestas. Algunas pueden y deber ser completamente protegidas y permanentes, pero otras pueden ser menos amplias y permitir algo de pesca extractiva sobre todo para la subsistencia. Hoy en día el 3,7% de los océanos tienen reservas marinas, cuando antes era solo 1%.
Otra estrategia fundamental para Lubchenko son los planes fuertes de ordenación de la pesca porque son los únicos que pueden mantener saludables las poblaciones de peces y plantea que se deberían pensar en esos planes como en pólizas de seguro de salud para el planeta.
Ambos tipos de medidas ayudan a preservar los ecosistemas oceánicos, y reducen los niveles de tensión que genera el cambio climático y la sobrepesca.
Para Lubchenko de lo que se trata es de hacer la diferencia, y hay estudios científicos que avalan su tesis de que las reservas marinas y áreas marinas protegidas son eficaces para mejorar el número de especies, la biomasa de las plantas y los animales, una vez que se establecen.
El año pasado Lubchenco apoyó al gobierno chileno para asesorarlo sobre la creación de una nueva reserva marina.
Hoy en día ese es su trabajo, hacer que las cosas buenas para los océanos ocurran y se pueda estimular las reservas marinas y la pesca sostenible.
Su trabajo es respetado en el gobierno y se mueve a nivel de sus altas esferas como también en medio de los pescadores de cualquier bahía, o entre sus estudiantes de la Universidad de Oregon, y silenciosamente avanza con un trabajo que la ha llevado a ganarse un premio de la fundación MacArthur denominado “genius grant”.
Una verdadera mujer biónica de la ciencia “buena”.
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