Pepsi y el dilema del Aspartame

En agosto del año pasado, publicamos una nota titulada Pepsi Diet sin aspartame se venderá solo en EE.UU., donde advertimos la decisión del gigante de bebidas gaseosas de atender al miedo de los estadounidenses respecto a los edulcorantes artificiales como el aspartame, aun cuando el FDA, haya señalado que este es seguro.

Un año después, los resultados de la decisión han generado que Pepsi se cuestione si hizo bien en atender una percepción poco sustentada sobre el edulcorante, en la medida que la nueva fórmula endulzada artificialmente con otro tipo de edulcorantes no ha gustado a los consumidores, según detalla The Wall Street Journal, en su artículo “PepsiCo Weighs Another Fix to Diet Pepsi”.

Lo que ha sucedido es que el sabor de la Pepsi Diet endulzada con aspartame es distinto cuando se usa otro edulcorante, lo que ha provocado que muchos de sus clientes rechacen el nuevo sabor, aun cuando atendiendo al prejuicio contra el aspartame, teóricamente sea mejor para su salud.

Algunos clientes han calificado el nuevo sabor de Pepsi Diet como “insoportable”. Además, la nueva fórmula no está atrayendo a los clientes que se fueron por el aspartame ni a nuevos clientes, provocando un colapso en las ventas de esta bebida.

Para que se tenga una idea, sus ventas se vieron reducidas en un 12% en 12 semanas, según un reporte hasta el 21 de mayo. En el mismo periodo, las ventas del resto de bebidas gaseosas dietéticas solo se redujeron un 6.7%. A esto se suma, que un año antes de que PepsiCo presentara la versión sin aspartame de Diet Pepsi las ventas de las bebidas light ya  se habían visto disminuidas en 8.5%. Luego de un tiempo de presentada, se redujeron en 9.3%.

También es importante recordar que la eliminación del aspartame fue, según PepsiCo, debido a que varias encuestas coincidían en que los ciudadanos estadounidenses dejaban de consumir bebidas dietéticas debido a la presencia del aspartame. Sin embargo, este es el que le daba el sabor único a la versión de PepsiCo, haciéndolo de la preferencia de sus clientes.

La empresa se encuentra ahora en una encrucijada. Debe decidir si mantener su decisión de cambiar el edulcorante que usa en la producción de la bebida, dejando de lado las dudas alrededor del aspartame, o, buscar la manera de revisar la fórmula de la nueva versión de Pepsi Diet con otro tipo de edulcorantes, hasta encontrar uno que satisfaga el gusto de los clientes de la bebida gaseosa.