Hacia los juguetes unisex

Cuando uno es niño y le regalan juguetes, además de la excitación que significa tener nuevos objetos con los cuales divertirse, uno sólo ve eso: juguetes. Sin embargo, estos pueden ayudar muchísimo en el desarrollo de ciertas habilidades en niños y niñas. Por ejemplo, jugar con bloques ayuda al control y entendimiento del espacio que nos rodea. Jugar con muñecas ayuda, por otro lado, a desarrollar el sentido de la crianza.

Sin embargo, estas habilidades no son ni deberían ser exclusivas para uno u otro sexo. Es decir, los bloques no deberían ser exclusivos para niños ni las muñecas para niños. El problema es que, el tema es un poco complicado. ¿Cómo hago que mi hijo juegue con muñecas si es que no quiere? ¿Debería obligar a mi hija a que juegue con carros y pelotas? El artículo de Quartz titulado “A scientific guide to navigating the world of gendered toys without screwing up your kid” busca resolver estas y otras dudas.

Los expertos reconocen que las preferencias de los infantes son hasta cierto punto innatas. Desde muy pequeños se sienten atraídos a los juguetes que sus respectivos sexos han utilizado durante generaciones. Sin embargo, parte de la razón por la que prefieren unos sobre otros tiene que ver también con las normas sociales, las cuales afectan más a los varones que con el tiempo se muestran más reacios a jugar con otras cosas.

Para resolver esto, se recomienda un proceso de cuatro pasos, con el fin de conseguir que el niño juegue con objetos orientados a ambos sexos de una manera más sencilla.

En primer lugar, recomienda diversificar la caja de juguetes. Si tu hijo es niño, tener una gran cantidad de juguetes para hombre, pero también un par de muñecas o sets de cocina.

En segundo lugar, recomiendan mucho tener una conversación con los hijos cuando estos crezcan, para explicarles los inconvenientes de tener juguetes tan marcados por el género.

En tercer lugar, también sugieren ser flexibles, es decir, si a tu hijo o hija no les apetece jugar con juguetes diferentes, no ver esto como algo negativo sino aceptarlo y acompañarlos. Por ejemplo, muchos niños y niñas pasan por etapas de jugar sólo con una cosa, hay que saber aceptar esto pero también no dejar de sugerirles otras opciones.

Finalmente, es importante que los padres se vuelvan activistas de esta tarea porque son ellos quienes compran los juguetes. Si estos se niegan a seguir aceptando que el problema de los juguetes genéricos continúe, a las empresas no les quedará otra que cambiar la situación.