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La paulatina desaparición del correo de voz
Al igual que el fax fue sustituido por el documento escaneado o en PDF que se envía por correo, hoy el correo de voz está siendo sustituido por el chat, el twitter, el WhatsApp, los mensajes de texto o el correo electrónico.
Piense, ¿cuándo fue la última vez que una luz roja le advertía que tenía un mensaje en su buzón de voz del teléfono y se trataba de su jefe que le hacía comentarios sobre el documento que le entregó el día anterior?. Recuerde la última vez que la voz de su hijo en un mensaje le preguntaba a qué hora llegaría a casa o la última ocasión en la que su madre le recordaba con un mensaje de voz que no se olvide de llevar un abrigo para el frío.
Luego de casi 40 años, todo parece indicar que el correo de voz está perdiendo vigencia como medio de comunicación y las compañías están migrando hacia teléfonos que ya no cuentan con esa aplicación porque tiene un costo adicional, porque ya no se utiliza, porque toma demasiado tiempo utilizarla respecto a otras alternativas pero, sobre todo, porque cada vez las relaciones en el ámbito laboral y profesional se vuelven menos personales.
Ahora prescindimos de la voz de nuestro interlocutor para conformarnos con los textos breves y con signos que apenas nos indican que hay otra persona al otro lado de la línea.
Las empresas de telefonía como Verizon o Vonage reconocen, por ejemplo, que en los EE.UU. se ha pasado de tener el 80% de las líneas de empresa con correo de voz a que hoy solo la tercera parte los tenga. Desde su perspectiva, la tecnología ofrece ahora nuevas alternativas para promover la colaboración en los equipos.
Todo parece indicar que los zumbidos cuando llega un mensaje de texto o el ping de un chat son menos demandantes en tiempo que escuchar la voz de alguien. Y tienen razón, puede que los mensajes de voz quiten algo más de tiempo para atenderlos. Sin embargo, ¿no crees que es más difícil debatir ideas, motivar o consolar a alguien a través del chat?. Se puede ser asertivo sobre algún tema, pero no hay como unas buenas palabras de aliento, la calidez de un saludo, o el sonido de alguien cuando ríe.
Puede que tengan razón los que anticipan que el buzón de voz pasará a la historia. Sin embargo, no hay que perder de vista que su desaparición significaría la pérdida de un canal más de comunicación formal. Quizá ahora los empleados de una empresa tengan más tiempo para trabajar pero, mientras lo hacen, pueden estarse perdiendo la oportunidad de un intercambio directo de ideas innovadoras con un colega o de recibir mensajes importantes de personas queridas. ¿Vale la pena?
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