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El impacto de las redes sociales en la forma de hacer planes

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La mensajería instantánea está promoviendo que la gente deje de cumplir fácilmente las citas que hace.
25 de octubre de 2016
Red star
Por qué es importante
Lo ideal es tener en cuenta el tiempo personal a la hora de hacer planes y no programar más de dos citas por semana para evitar tener que dejarlas de lado.

Las tecnologías de comunicación han permitido que las personas se comuniquen en cualquier momento, y muchas veces hagan planes para reunirse con otras personas de manera muy fácil a través de la mensajería instantánea. Sin embargo, cada vez ocurre más que con la misma facilidad que se hacen planes, se da marcha atrás sobre los mismos.

Esto ha hecho que uno se pregunte por qué resulta tan fácil ahora cancelar planes y qué está provocando que esto ocurra.

La respuesta no tiene que ver que ahora importe menos tener amigos y pasar buenos ratos con ellos, sino que la inmediatez de la mensajería instantánea está haciendo que se pierda el compromiso que antes se asumía cuando se hacían planes.

Recientemente un artículo de The New York Times, titulado “The art of making (and not making) plans” reflexionaba sobre la facilidad con la que se hacen y se rompen planes.

El hecho de no querer ver a las personas con las que se ha quedado, puede ser debido a una escasa reflexión al hacer planes. Esto quiere decir que, al momento de quedar con otros, las personas no están tomando en cuenta algo muy importante: el tiempo personal.

Cuando esto ocurre las citas que se han planificado son dejadas de lado porque las personas prefieren quedarse en casa.

Por tanto, es mejor siempre dar prioridad a uno mismo y a las personas más cercanas, por ejemplo, el grupo más cercano de amigos que se tiene. El artículo sugiere programar como máximo dos citas por semana, de forma que el resto del tiempo uno esté disponible para hacer lo que se quiere y nada más.

Pero, para poder saber qué citas aceptar, es importante que uno se pregunte si es que se quiere ir. De lo contrario, podría llegar el día y repentinamente sentir que se ha cometido un grave error. Siempre es bueno ser sincero con uno mismo y con lo que se siente. Si se desea ir, es importante comprometerse con que la salida se realice. De lo contrario, es igual de importante saber cómo decir que no.

A veces es mejor ser directo, poniendo una excusa como que se tiene una cita previa o simplemente decir que no se puede, pero que podrían quedar otro día.

Muchas veces, poner excusas complica más las cosas. Sin embargo, tampoco se trata de dejar de lado a todas esas personas a las que se ha cancelado. Se puede tratar de compensar la situación con una llamada telefónica repentina o quién sabe una nota por correo electrónico.

En cualquier caso, es importante anteponer el respeto por los demás, para no herir susceptibilidades programando citas que se sabe que no se podrán cumplir.