IDEAS
Las hormigas agricultoras
Una de las razones por la que los seres humanos son superiores a los animales es que a diferencia de estos, que solo pueden cazar su comida, el ser humano la puede cultivar. Asimismo, los animales se conforman con estructuras naturales para vivir, mientras que los seres humanos son capaces de construir viviendas.
Sin embargo, ambos no son buenos ejemplos de lo que realmente diferencia al ser humano de los animales, porque hay algunas especies que cultivan sus alimentos y también pueden construir sus viviendas: una de ellas son las hormigas según da cuenta un estupendo artículo de The Economist, titulado “Fijian ants grow their own homes”, sobre el que se inspira esta nota.
Unos investigadores de la Universidad de Múnich en Alemania, Guillaume Chomicki y Susanne Renner, han descubierto un tipo de hormiga que cuida y cultiva una planta.
Si bien con anterioridad ya se conocía que muchos insectos tienen interacciones cooperativas con su ambiente que puede llegar a dependencia (como ocurre en el caso de las simbiosis y del mutualismo cuyo típico ejemplo es el del pez payaso y la anémona), en el caso de la hormiga de tipo fijian, esta clase de relación es llevada a su máxima expresión.
Esto no sería reciente sino que hace 50 millones de años, un buen número de hormigas empezó a cultivar hongos para su alimentación. La hormiga fijian empezó un poco más tarde y se estima que hace unos 30 millones de años creó una dependencia con la planta Squamellaria.
La Squamellaria es un tipo de planta que crece encima de otras. Sin embargo, con el tiempo ha perdido su capacidad de reproducirse y crecer por sí sola. Sin embargo, por su relación con la hormiga fijian, hoy ha sobrevivido gracias a la dependencia que tiene con esta.
La hormiga recolecta semillas de la planta y las lleva a huecos en árboles donde puedan crecer apropiadamente. Además, cuida y cultiva a la planta.
Esto quiere decir, que una vez que ha depositado las semillas en un lugar adecuado, las hormigas forman grupos para resguardar a la planta y cuidar que esté segura y que animales herbívoros no se le acerquen. La fertiliza con su propia defecación y permite que la planta pueda crecer y reproducirse, además de expandirse, a pesar que la planta ha perdido su habilidad natural para hacerlo.
A cambio, la planta ofrece un lugar donde las hormigas pueden vivir, existir y reproducirse.
Tremendas agricultoras estas hormigas.
Publicar un comentario