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Los bots o las noticias falsas ¿qué es peor?
El escándalo que se generó tras el triunfo de Donald Trump, por el caso de las noticias falsas, ha dado lugar a que la industria de la publicidad advierta que ese no sería su mayor problema en la actualidad.
Como se sabe, luego de las elecciones, muchas personas empezaron a culpar a ciertos sitios web de pasar noticias falsas durante las elecciones, y de ser los responsables de la derrota de Hillary Clinton, a pesar que muchas encuestas señalaran que lideraba la intención de votos, sin advertir lo que estaba ocurriendo. Conjuntamente con eso, los sitios web más extremos empezaron a difundir que Clinton tenía secretos sumamente oscuros en sus correos eliminados y que Trump era, más o menos, el salvador de Estados Unidos.
Como consecuencia de esto, con posterioridad a las elecciones, las agencias publicitarias y empresas han retirado todos los anuncios de sitios falsos y de noticias de calidad extremista, según señala el artículo de NPR, titulado “For Advertisers, Fake Eyeballs May Be Bigger Problem Than Fake News”, sobre el cual se inspira esta nota.
La lucha por evitar sitios falsos y la asociación con sitios de naturaleza extremista no es nada nuevo. Durante años, las empresas publicitarias y las empresas anunciantes han creado algoritmos para mantenerse alejadas de cualquier página web que podría traerles consecuencias negativas. Esto incluye sitios extremistas, sitios de noticias falsas e incluso sitios con noticias verdaderas.
Es preferible evitar cualquier asociación con cualquier iniciativa negativa porque puede afectar cualquier marca.
Sin embargo, esto no sería el principal problema de las agencias publicitarias y las compañías. Como se sabe, en la industria de la publicidad, cuando se coloca un anuncio en una página, se paga por la cantidad de flujo de visitas. Esto es, porque la página está ayudando a promocionar el producto colocando anuncios del mismo.
Pero, el problema surge cuando algunas páginas usan los llamados “bots” (estos son programas que entran y salen de una misma página repetidas veces) para aparentar que tienen un buen tráfico para que las empresas inviertan en ellas. Claro que, en este caso, las empresas están invirtiendo, pero nadie está viendo su producto. Si no que se genera la apariencia de visita que permite los bots.
Las empresas llaman a esto “ojos falsos” y los consideran un problema mucho más grande que cualquier página con contenido extremista.
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