Tecnología para perecibles

Un reciente artículo en el New York Times, titulado An (Edible) Solution to Extend Produce’s Shelf Life, ilustra el caso de un start-up de California, llamado Apeel Sciences, que quiere lograr ampliar el tiempo que duran en los supermercados los productos perecibles, sin tener que ponerle gas, cera y otros para conservarlos.

Lo que ha hecho es crear un método que produce barreras imperceptibles y comestibles que prolongan la vida (5 veces) de los productos como las vainas u otro tipo de bayas, usando tallos, cáscaras de plátano y otros materiales vegetales frescos que quedan tras recoger o procesar las frutas y hortalizas.

Lo más atrevido que han hecho es ofrecer una mano de plátano, de la cual cada uno madura en un día diferente.

Alguno se preguntará ¿por qué es importante lo que han hecho?

La clave para entenderlo es saber que mucha de la fruta, hortalizas y otros vegetales que se comercializan, se recolectan antes que estén maduros y se refrigeran hasta llegar a su destino.

Gracias a Apeel Sciences, la fruta podría recogerse cuando ya esté madura, lo cual mejora su sabor y calidad, pero además, potencialmente reduce el nivel de desperdicios de alimentos y el uso de pesticidas, y aumentan las variedades de frutas y verduras disponibles para los consumidores.

Aun falta confirmar la eficacia del método a una escala comercial y que los productores validen su costo eficiencia, respecto a la cosecha anticipada. Sin embargo, ya es posible buscar Edipeel (aprobado por FDA) e Invisipeel, los cuales tienen las moléculas de los pellets para controlar la tasa de agua y gases que entran y salen de los productos, lo que reduce la tasa de deterioro.

Y, por ejemplo, la versión para aguacates o paltas, crea una barrera contra la antracnosis, que provoca las manchas marrones.

Hasta ahora, solo se conocía otra innovación relacionada con retrasar el proceso de maduración que es la de SmartFresh, la cual evita que las manzanas maduren muy rápido mientras están almacenadas.

Las posibilidades de uso y de impacto en los rendimientos son innumerables, pero también lo son, que esto redunde en beneficio de los consumidores a los cuales se les traslada un porcentaje importante del precio de las pérdidas asumidas como consecuencia de los desperdicios.