Ali al-Naimi: del petróleo a la energía renovable

El petróleo es uno de los recursos más influyentes en el mundo. Durante años, naciones que encontraban este recurso dentro de su territorio lo utilizaban rápidamente para llenarse de dinero. Sin embargo, en los últimos años, distintas crisis han obligado a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a unir fuerzas para tratar de conseguir que los precios del recurso suban nuevamente.

En la historia de este combustible fósil, existe una persona que parecía mover el mercado o sabía predecirlo a la perfección. Su nombre es Ali al-Naimi, ex-ministro de petróleo de Arabia Saudita. Cada vez que se movilizaba, la prensa parecía seguirlo, buscando registrar cada una de sus palabras, ya que el mercado del petróleo era sumamente influenciado por su opinión. Pero, parece que al-Naimi ya no desea saber nada de este mercado, afirma el artículo de Bloomberg, titulado “Man Who Moved Oil With His Words Won't Talk About It Anymore”, sobre el que se inspira esta nota.

Al-Naimi fue el autor de muchas de las estrategias que hicieron que la OPEP sobreviva a distintas crisis. Además, ayudó a su país a superar los vaivenes de los precios fluctuantes, problemas en la producción, guerras regionales, progreso tecnológico y cambio climático. El año pasado dejó su puesto y ahora se dedica a promocionar su libro: “Fuera del desierto: mi viaje de beduino nómade al corazón del petróleo global” (“Out of the Desert: My Journey From Nomadic Bedouin to the Heart of Global Oil”). Pero, existe un detalle más curioso que este.

Ahora, al-Naimi afirma estar interesado en la energía solar, un cambio que pocos esperaban. Luego de haberse pasado años de su vida observando el suelo y sus contenidos, el ex-ministro se ha dado el tiempo para empezar a observar hacia el cielo. En este sentido, afirma que está invirtiendo USD 50 mil millones para empujar el uso de la energía renovable para poder alcanzar la demanda de energía. Según al-Naimi, planea producir turbinas eólicas y paneles solares equivalentes a 10 giga watts de energía renovable para el 2023.

Si bien afirma que su participación en este mercado es una forma de sentirse joven y no dejar que su cerebro se detenga, es una clara muestra de cómo el enfoque hacia la energía está cambiando en todo el mundo. Recientemente, China se coronó como el país que más energía de este tipo produce al año, estableciendo un nuevo estándar en el mundo. Esperemos que el resto de las potencias mundiales sigan su ejemplo, para así acercarnos cada vez más a un futuro en el que se use únicamente energía que no contamine.