El mundo y las pandemias

En los últimos años, enfermedades como el Zika y el Ébola hicieron que los ciudadanos del mundo se asusten. Después de todo, existía la posibilidad de que se vuelvan una pandemia. Si tan solo el Ébola se transmitiese por el aire, o el Zika fuera tan mortal como el Ébola, la humanidad probablemente estaría perdida.

Y es que claramente no estamos listos como humanidad para afrontar este tipo de amenazas como afirma el artículo de Harvard Business Review, titulado “The World Is Completely Unprepared for a Global Pandemic”, sobre el que se inspira esta nota.

Estas dos recientes experiencias deberían servir para sacar algunas lecciones importantes.

1. Mejor desarrollo de vacunas: cuando una pandemia comienza, lo mejor es poder contrarrestar el problema de forma rápida. Sin embargo, en estos momentos la eficacia con la que los seres humanos desarrollan una vacuna es mínima. Se necesita una mejor forma de aproximarse al problema, similar al Coalition for Epidemic Preparedness Innovations, la cual está tratando de crear vacunas preventivas para enfermedades que probablemente se contagien en el futuro.
2. Mejores diagnósticos: gran parte del proceso necesario para detener una enfermedad depende de saber quiénes están infectados y quiénes no. Sin embargo, esto tampoco es sencillo. Por ejemplo, 40% de los pacientes tratados con Ébola nunca tuvieron la enfermedad. Por ello, se deben desarrollar sistemas de diagnóstico que permitan determinar si se tiene o no la enfermedad inmediatamente.
3. Mejor coordinación global: es importante crear una especie de “modo pandemia”, es decir, cuando una enfermedad de este tipo empieza a expandirse rápidamente, el mundo necesita coordinar y trabajar de la mejor manera posible para eliminarla, ya que es un mal que podría afectarnos a todos. Esta cooperación global aún está lejos de ser una realidad.
4. Invertir en salud local: si bien los puntos anteriores son importantes, es fundamental reconocer que armar una estrategia contra una pandemia global es difícil en poco tiempo. Por ello, es sumamente importante invertir en los centros de salud local, los cuales deben actuar como un primer nivel de atención para contener la enfermedad hasta que llegue la ayuda.

Todos estos consejos pueden resumirse en que siempre es mejor prevenir que lamentar. Sería mejor invertir en todo esto ahora, que esperar a que llegue la siguiente pandemia.