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El debate sobre el celibato

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El celibato se impuso luego de los primeros Papas, con la idea de imitar mejor la vida de Jesús.
27 de marzo de 2017
Red star
Por qué es importante
La iglesia católica tiene que evolucionar si es que quiere mantener la fe vigente, más allá de otras estructuras creadas por la jerarquía eclesial.

La iglesia católica no necesita ninguna introducción. Durante miles de años ha sido una de las instituciones con mayor cantidad de fieles religiosos en todo el mundo, predicadora de paz y amor. Sin embargo, la iglesia católica tampoco está libre de problemas y controversias, siendo una de las más lamentables los múltiples casos de pedofilia entre sus miembros.

El problema ha aumentado debido a que, a lo largo de los últimos años, muchos Papas parecen desear condonar estos actos y proteger a los perpetradores, en vez de entregarlos a la justicia. Esto ha ocasionado un sin fin de ataques a la iglesia, la cual falla en encontrar una forma de conciliar la realidad divina en la que dice estar fundada y el mundo terrenal en el que opera. Pero, muchos opinan que el problema podría ser solucionado con algunos cambios institucionales, pero no todos están de acuerdo, afirma el artículo de The Atlantic, titulado “Will Pope Francis Allow Married Men to Become Priests?”, sobre el que se inspira esta nota.

Para muchos críticos, una de las principales causas del problema es que se obliga a los sacerdotes a ser célibes, uno de los votos más importantes a los que se someten los sacerdotes. Sin embargo, la iglesia se ha opuesto a cambiar esto. Sin embargo, contrario a lo que muchos crean, no se debe a que el celibato fue instaurado por Jesús cuando fundó la iglesia. Pedro, reconocido como el primer Papa, fue un hombre casado; y también lo fueron muchos de quienes lo sucedieron más adelante. El celibato se impuso mucho después, cuando se instauró que los miembros más cercanos de la iglesia deberían seguir mejor los pasos de Jesús, quien fue célibe. Además, de esta forma se buscaba que los sacerdotes priorizaran su misión eclesial sobre la vida terrenal.

En una reciente entrevista al Papa Francisco, el pontífice reveló que consideraría que personas casadas puedan ser sacerdotes. El Papa considera que existen muchos países sin sacerdotes suficientes, lo cual impide que los fieles puedan recibir el sacramento de la Eucaristía. Esta posibilidad no debe ser tomada como algo revolucionario, como afirma el profesor de ley canónica, Kurt Martens, quien afirma que luego de cuatro años en el cargo, las personas deberían aprender a interpretar mejor las palabras del Papa. Según Martens, cambiar esto no sería una cuestión simple, sino que habría que estudiar cientos de factores. Por ejemplo, qué sucedería con los candidatos a ser sacerdotes que ya practican el celibato, frente a otros candidatos que están casados.

Estas interrogantes no impiden que se siga reflexionando sobre esta posibilidad a la luz de los estudios que plantean que la falta de relaciones sexuales (celibato obligatorio) podría llevar a una persona a recurrir a la pedofilia. La iglesia Católica tiene la última palabra.