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La toxicidad de las micropartículas de plástico en el mar

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Una estimación señala que una persona en Malasia podría consumir más de 246 partículas de microplásticos en un año procedente del pescado seco que consume.
01 de agosto de 2017
Red star
Por qué es importante
El problema del plástico no se reduce a lo que por sí mismo puede provocar en un organismo, sino a los niveles de contaminación a nivel de toxinas que este atrae, entre los cuales podrían estar incluso los metales.

Los seres humanos muchas veces no aprendemos por la razón sino por el miedo a la sanción, pero también a las consecuencias de las cosas que hacemos.

Con diversos matices todos saben que el mayor uso de bolsas y botellas de plástico lo único que está haciendo es agravar el problema de las islas de basura en los océanos, pero no terminamos por aprender y todos los días las playas terminan el día regadas con botellas y bolsas de plástico que la marea se encarga de llevar hacia el mar.

Un reciente artículo de The Independent titulado Plastic microparticles found in flesh of fish eaten by humans, introduce un nuevo elemento a considerar a partir de un reciente estudio: los seres humanos nos estamos comiendo el plástico a través de micropartículas presentes en la carne de pescado.

Se trata de una investigación realizada por científicos de Malasia y Francia que descubrieron un total de 36 pequeños restos de plástico en el  cuerpo de 120 caballas, anchovetas, salmones y corvinas. Esto les permitió calcular que las personas que viven en Malasia o en países cercanos y que consumen pescado seco podrían llegar a consumir alrededor de 246 pequeños restos de microplásticos al año.

Esto significa que los propios seres humanos estamos envenenando el pescado que comemos al incrementar el riesgo de que estos absorban los restos de nylon, poliestireno y polietileno que termina en el mar.

Y es que el problema del plástico no se reduce a lo que por sí mismo puede provocar en un organismo, sino a los niveles de contaminación a nivel de toxinas que este atrae, entre los cuales podrían estar incluso los metales y cuya ingestión puede provocar gran nivel de toxicidad en  los seres humanos.

Los investigadores también advirtieron que aún falta mucho por investigar sobre todo para determinar el riesgo real del consumo de pescado seco, aunque reconocen que la fragmentación de plástico en el mar y su impacto en el ecosistema será cada vez más un problema que requerirá monitoreo constantes.

Como se sabe, ya estudios anteriores han advertido sobre estos riesgos en el caso de los mariscos cuyos consumidores podrían llevarse a la boca unas 11 mil micropartículos de plástico cada año.