El ministro autista: ¿halago o insulto?

Un reciente artículo de opinión en un diario de circulación nacional generó debate cuando el articulista calificó al Ministro de Economía, Alonso Segura, como autista. El reclamo, de quienes consideraron esta mención como una ofensa hacia las personas con autismo, no se hizo esperar. 

Según un artículo de la edición de esta semana del semanario inglés The Economist, una modesta dosis de autismo podría ser incluso buena para un país pues las personas con autismo cuando alcanzan la edad adulta son especialmente buenos para los números y para identificar patrones. Y esta habilidad puede ser buena para los negocios y para la economía. Por ejemplo, la empresa de software alemán SAP, anunció en 2013 que era su interés contar cada vez con más empleados que presenten la condición de autismo. En Silicon Valley, se conoce al autismo como “el síndrome geek”. En Holanda se encontró que en Eindhoven, la ciudad donde la empresa electrónica Philips tiene su local principal, la incidencia del autismo era más alta que en las ciudades vecinas. 

Estos hechos colocan al calificativo que el criticado articulista atribuyó al Ministro de Economía en una zona de controversia pues, si bien hay quienes señalan que se utilizaba de forma peyorativa, lo cierto es que, a juzgar por el exitoso desempeño que las personas con este síndrome pueden llegar a alcanzar, no le haría nada mal al Perú tener un Ministro de Economía con un moderado autismo.

El aspecto más positivo de la polémica generada a raíz de esta mención en una columna de opinión, que a juzgar por las reacciones es bastante leída, es que nos da a los peruanos la oportunidad de conocer un poco más acerca del autismo, un síndrome del que cada vez se conoce más, aunque lamentablemente no lo suficiente. A continuación, algunos hechos que deberías saber sobre el autismo. 

• Los estimados sobre la incidencia del autismo no son claros pero se estima que en el mundo entre 1 de cada 70 y 1 de cada 100 niños padece de autismo. Por razones que todavía se desconocen, el autismo es mucho más común en niños que en niñas. Como la mayoría de síndromes, tiene un componente genético, aunque según los expertos este no podría explicarlo por completo.
• Otras posibles explicaciones para el autismo: poco contacto afectivo con los padres, alta exposición al mercurio del feto, alta cantidad de testosterona en el útero e incluso el hecho de que los padres de un niño sean de la misma profesión han sido planteados como posibles causas aunque varias han sido descartadas y otras no han podido ser probadas. 
• El autismo no es un síndrome recientemente descubierto sino que, por el contrario, se trata de un viejo conocido. La razón por la que se percibe como más común en las últimas décadas es que cada vez se le diagnostica mejor. 
• Los niños que sufren de autismo tienden a la introspección, al punto de que en ocasiones no son capaces de hablar. Por ejemplo, para comunicarse pueden requerir señalar imágenes para indicar que tienen hambre o sed o que requieren ir al baño. Un niño autista no necesariamente siempre tiene problemas de aprendizaje: 1 de cada 2 tiene un coeficiente intelectual similar o superior al de un niño sin autismo. 
• Para un niño autista, el mundo es un lugar impredecible y caótico, excesivamente ruidoso y lleno de personas que no saben respetar su espacio personal. Por ello es importante que reciban acompañamiento profesional en su desarrollo.