Parece que España no aprendió la lección, y es que luego ser unos de los primeros países más golpeados por el coronavirus, dos meses después de que se levantó la cuarentena, el virus se viene propagando más rápido que sus países vecinos con 142 casos positivos por cada 100 mil habitantes, un panorama muy diferente a cuando se terminó el estado de emergencia fecha en la que se registraba 100 a 15 casos por día. (BBC, 2020)
Si bien es cierto aumenta el número de contagiados, no sucede así con el número de fallecidos y es que aún se está lejos de las 950 muertes registradas el 2 de abril, la cifra más alta durante todo el estado de emergencia en ese país. Por tanto ¿es posible asumir que ahora los contagiados son jóvenes?
La respuesta parecer ser que sí, y es que según los datos registrados la mayor parte de la transmisión se produce ahora entre jóvenes y respectos a los casos positivos, alrededor de las tres cuartas partes de estos, se producen en pacientes que no muestran síntomas.
Las redes sociales muestran todos los días como es que las personas visitan bares, fiestas, reuniones, sin respetar el distanciamiento social. Si bien es cierto todos los festivales fueron cancelados, esto no ha impedido que muchos jóvenes salgan a las calles. Un escenario totalmente inesperado tomando en cuenta que los españoles fueron dentro de todo los más exigentes siguiendo las reglas durante el confinamiento.
El Estado español no ha ignorado esto y su respuesta ha sido que las cifras actuales respecto a la pandemia no son las que quieren para el país.
Alrededor del 3% de los casos actuales requieren tratamiento hospitalario, menos del 0,5% necesitan cuidados intensivos y la tasa de mortalidad actual es alrededor del 0,3%. Como se ve la tasa de mortalidad es baja, sin embargo, esto no debe pasarse por agua fría y se debe asumir que España está ingresando en lo que se podría denominar una segunda ola.
No en todas las regiones se registran el mismo número de infectados, incluso hay marcadas diferencias como es el caso de Aragón que tiene una tasa de infección de 500, a diferencia de otras regiones como Asturias que tiene una tasa de 32 lo que se debe -entre otras cosas- a los viajes de los migrantes y su exposición en cada viaje.
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