Segunda Vuelta

Una de las preguntas que muchos peruanos se hacen mientras reflexionan sobre el proceso electoral es ¿Cómo llegamos a esta situación? Y la forma con la que responden a esta pregunta probablemente explique por qué el país está tan polarizado en esta Segunda Vuelta. 

Partidos Políticos débiles, alta fragmentación política, deterioro del balance de poderes o la pandemia son los argumentos con los cuales se busca explicar la situación en la que estamos. 

Para quienes argumentan eso, esas razones no son suficientes para cambiar el modelo. 

Sin embargo, todo indica que la lectura no está completa. Y probablemente la respuesta es que una parte importante de los ciudadanos del país están convencidos que ese modelo que algunos quiere proteger no está funcionando porque sus beneficios no llegan de forma homogénea a todos los lugares del país y los distintos gobiernos, infiltrados por la corrupción, han hecho muy poco para generar bienestar para ellos.

Frente a la incertidumbre de lo que sucederá el próximo 6 de junio, algo que debe tener claro el candidato que gane es que no se puede gobernar de espaldas a esa realidad de peruanos que no tienen nada. Si esto no es así, ese resentimiento que hoy se acusa a un candidato representar seguirá creciendo.