NÚMEROS
Saber perder para poder ganar
Los ciudadanos que no votaron en primera vuelta por ninguno de los candidatos que pasaron a la segunda, son quienes han sido los mejores testigos de los desequilibrios que se vieron en la campaña de la segunda vuelta, sobre todo con lo relacionado a la participación de los medios de comunicación que abiertamente se alinearon con la candidata de Fuerza Popular. Recientemente, el Tribunal de Ética de la Prensa Peruana ha señalado en la resolución de una queja presentada, que el principal canal de señal abierta y el de cable (América y Canal N), respectivamente, vulneraron sus principios rectores en la segunda vuelta durante la cobertura que realizaron de la misma.
Frente a lo que estaba ocurriendo, el candidato Castillo optó por el silencio con la prensa para no exponerse a los ataques de medios de comunicación que abiertamente se habían declarado a favor de la otra candidatura. Además, se presentaba en videos que compartían por redes sociales, evocando un poema de Eduardo Galeano, " Los Nadies" como lo que efectivamente dice ese poema, como el representante de los nadies, los ningunos y los ninguneados.
Ese candidato es quien según el Organismo Nacional de Procesos Electorales, ONPE, entidad responsable de organizar las Elecciones Generales en el Perú, obtuvo el mayor porcentaje de votos en el balotaje que se realizó el 6 de junio último. Al mismo tiempo, es el candidato del partido al que hoy se acusa de haber hecho "fraude en mesa". A pesar que 60 Jurados Especiales de tres miembros ya resolvierdon declarando infundados las centenas de pedidos de nulidad de Fuerza Popular, el partido de la candidata que perdió ahora está enfrascada en desconocer las actas que contabilizó la ONPE y las decisiones que viene tomando el Jurado Nacional de Elecciones, JNE.
El argumento que sostienen es la "defensa de la verdad" y de "sus votos", pero los antecedentes del comportamiento de la candidata en anteriores elecciones, impiden que efectivamente se pueda creer que hay una defensa genuina de la verdad, sino más bien mucho desprecio por el otro candidato o quizá también mucho miedo de las consecuencias personales de no ser elegida presidenta.
Aun asumiendo que ambos aspectos influyen en su conducta, lo que se observa es una incapacidad de saber perder y probablemente eso explique por qué hasta ahora no ha podido ganar. Quien no sabe perder, normalmente no sabe ganar. Su historia familiar le enseñó que no hay que competir para ganar sino asegurarse de no perder, aun cuando eso signifique infringir la Ley.
Mientras los dilemas personales de la candidata de Fuerza Popular se imponen en la agenda nacional, no hay presidente electo y no se puede empezar la transferencia de funciones entre el Gobierno de Transición y el Entrante. Quienes conocen como funciona el aparato del Estado saben perfectamente las implicancias de esto y los ciudadanos sufrimos la consecuencia de un escenario de incertidumbre que afecta las inversiones y la generacion de empleo. Además, -en medio de la pandemia- todos los peruanos tenemos la expectativa de que continue el proceso de vacunación que con diligencia impulsa el Gobierno del presidente Sagasti.
Por ello, todos los peruanos estamos expectantes de que finalmente el JNE cumpla con revisar los recursos de nulidad presentados por Fuerza Popular en el menor plazo posible y proclame a quien sea nuestro siguiente gobernante.
Estamos convencidos que la mayor parte del país no esperaba vivir este escenario, pero en democracia cada voto vale igual y la mayoría de los peruanos han elegido a quien se asume el representante de los "Nadies" y todos debemos respetar esa decisión. Si eso no se hace, que no se hable en nombre del poder del pueblo.
Enseñemos a nuestros hijos y jóvenes a saber perder para saber ganar.
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