La medicina y la IA

Estamos acostumbrados a la Inteligencia Artificial (IA) en el mundo financiero o como soporte de interacciones con ciertos proveedores, pero difícilmente a poner nuestra salud en sus manos o, mejor dicho, en sus algoritmos. Para ello, seguimos apostando por los médicos, y mejor aún, si es presencialmente.
Hay ramas de la medicina en la que se seguirá dependiendo de la habilidad de los médicos de carne y hueso como los cirujanos cardiovasculares, pero incluso en esos casos, la IA podrá asistirlos en estas intervenciones. Sin embargo, hay otras como la medicina interna o la radiología en la que la IA podrá ser hasta más eficiente que los seres humanos.
Una reciente nota elaborada por José María Triviño y publicada en el Diario Español La Vanguardia, advierte que en un futuro próximo la IA jugará un papel más relevante en la medicina. De acuerdo a Triviño, las especialidades en las que la anticipación y la intuición o la emoción son fundamentales como las ramas quirúrgicas y la cirugía plástica, todavía son casi exclusivas del ser humano.
Esto ocurre porque la IA no es capaz de anticiparse a un sangrado en el caso de una cirugía médica o comprender lo que quiere la paciente en el caso de una cirugía estética, pero sí lo hace un médico que frente a la experiencia de una hemorragia sabe lo que tiene que hacer y también puede ser empático con sus pacientes para analizar sus deseos a la luz de las estadísticas que la IA pueda proporcionar sobre el volumen del implante ideal, el tipo de nariz más conveniente según la forma de cara de la paciente, entre otros.
Por ello, Triviño considera que la medicina y la IA deberán entenderse, colaborar y crecer.