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La obsesión por el "último modelo" y la basura electrónica
Cada vez que Usted cambia su equipo celular está contribuyendo con la basura electrónica. En el mundo cada año se desechan unos 50 millones de toneladas de desechos electrónicos, también conocidos como RAEES, de acuerdo a un reciente artículo publicado en el Diario El País en la sección América Futura y elaborado por Agustina Grasso.
Hay dos problemas detrás, por un lado, la obsolescencia programada; y, por el otro, la obsesión por el último modelo.
El Observatorio Mundial de Residuos Electrónicos señala que lo que más se desecha cada año son celulares, discos duros, CPUs, monitores, módems, impresoras, cables y televisores, en lugar de buscarles un nuevo uso o reciclarlos. Se estima que un 72% de los materiales son reciclables, un 25% reutilizables y un 3% son peligrosos, esto es, pueden resultar tóxicos para la salud.
La exposición a los desechos electrónicos categorizados como peligrosos puede afectar gravemente a la salud de las madres gestantes y de los niños por nacer a nivel del desarrollo neurológico, pero también acentúan los problemas cardiovasculares, respiratorios, enfermedades de la piel.
En el mundo los países donde se recibe mayor cantidad de desechos electrónicos son Etiopía, Ghana, India, Singapur y Malasia. Por su parte, los países que más RAEES generan en América del Sur son Brasil (35%), México (20%), Colombia (8%) y Argentina (7%), según la Organización Internacional del Trabajo.
El desafío es que la población entienda que cuando queramos cambiar alguno de los equipos que forman parte de la larga lista que contribuye a generar RAEES, sepamos que aún pueden tener vida útil y que hoy en día hay muchos negocios que lucran separando los componentes valiosos de los que no lo son de este tipo de basura.
El problema que se enfrenta es que solo un 5% del total de la basura que se genera es reciclado o reutilizado. La mayoría de las personas tiene cajones llenos de celulares en desuso.
¿Cómo hacer las cosas bien?
Los ciudadanos podemos contribuir a cambiar esta situación. Por un lado, adquiriendo productos que reciclen piezas y extendiendo la vida útil de lo que se utiliza. Cuando esto ya no pueda hacerse, toca ser responsables en la forma que se les desecha. Existen innumerables organizaciones que reciben y hasta recogen basura electrónica que luego se encargan de procesar para quedarse con los materiales que tienen valor y eliminar el resto. Incluso hay casos, en los que se recuperan equipos que luego terminan sirviendo a estudiantes de colegios públicos.
No es tan difícil y con un poco de organización para desechar RAEES también se cuida el Planeta.
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