IDEAS
No todas las burbujas son iguales
Las burbujas de precios son peligrosas todas. Sin embargo, no todas causan el mismo daño una vez que revientan. Dos recientes estudios sobre las burbujas que cubren hasta 400 años de historia de burbujas coinciden en que el tipo de burbuja más dañino para la economía es aquella que ha sido financiada con deuda.
¿Por qué?
La respuesta es relativamente sencilla.
Si, por ejemplo, la bolsa baja y tenías dinero invertido en ella, tu riqueza se reduce. Como respuesta a este hecho, lo más probable es que decidas ajustar tu gasto tanto en consumo como en inversión. Como resultado de ello, el crecimiento de la economía se desacelera.
Ahora bien, si la inversión la realizaste con un préstamo, el panorama empeora significativamente. Lo primero que ocurrirá es que, tan pronto te des cuenta de las pérdidas, venderás tus acciones. Esto lo único que hace es acelerar la caída de los precios y la pérdida de riqueza de todos en el mercado. Los bancos que habían prestado dinero a los inversionistas, por su parte, también experimentan pérdidas y responden con una contracción del crédito. Esto último, por supuesto, castiga a la economía aún más.
Esta dinámica aplica para cualquier activo físico o financiero que te puedas imaginar.
Según el estudio de Orcar Jorda y Moritz Schularick publicado en el National Bureau of Economic Research, dado lo anterior, las burbujas inmobiliarias financiadas con deuda son más peligrosas que las que se producen en la bolsa. Según estos autores, incluso 5 años después de que reviente una burbuja inmobiliaria, el PBI per cápita es 8% menor al que se tiene después de una recesión típica. En contraste, esta misma cifra es de 1% cuando se trata de una burbuja en la bolsa que reventó. Si esta última, a su vez, estuvo financiada con deuda, el impacto puede llegar al 4%.
En su estudio, Markus Brunnermeier e Isabel Schnabel, no hacen distinciones entre burbujas inmobiliarias o de la bolsa. Únicamente coinciden con Jorda y Schularick en que las burbujas más peligrosas son las financiadas con deuda.
Los resultados de estos estudios son especialmente importantes para un país como el Perú donde hasta hace poco estaban presentes dos condiciones de riesgo: el sobreendeudamiento de las familias y el incremento excesivo de los precios de las viviendas. Si bien el mercado ya se está encargando de resolver lentamente estos desequilibrios, de cara al futuro es extremadamente importante contar con sistemas de información que permitan monitorear adecuadamente la evolución de los precios de las viviendas.
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