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El CEO de Lego aprendió a ser líder en una guardería

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ENTRE 2007 Y 2014, LAS VENTAS DE LEGO SE TRIPLICARON Y LAS UTILIDADES NETAS SE MULTIPLICARON POR SIETE.
08 de septiembre de 2015
Red star
Por qué es importante
La vitalidad de los niños es una excelente prueba para medir la calidad del liderazgo de cualquier persona.

Jorgen Vig Knudstorp, el CEO de Lego llegó a la empresa en 2001 a la edad de 32 años, tras una breve experiencia en McKinsey. En 2004, asumió funciones como CEO y se convirtió en la primera persona en asumir este cargo fuera de la familia de una empresa de 83 años que era vista por los analistas como un negocio familiar disfuncional.

Lo que ha conseguido Knudstorp es notable pues ha convertido una empresa que estaba al borde del colapso financiero en el productor de juguetes más grande del mundo. Entre 2007 y 2014, los ingresos de la empresa se triplicaron y las utilidades netas se multiplicaron por siete. En gran medida este resultado se explica por la importante presencia que la empresa ha alcanzado en mercados como los de China, India, Sudáfrica, así como Estados Unidos y Europa.

Detrás del éxito de Knudstorp, está la aplicación disciplinada de diversos principios básicos del mundo de los negocios típicos del recetario de McKinsey como la venta de activos, la reducción de costos y la introducción de productos más comerciales. Gracias a esto ha conseguido que a Lego le vaya bien, mientras la industria mundial de juguetes atraviesa por un mal momento por la amenaza que representa la expansión del uso de los smartphones y iPads.

Sin embargo, si bien estos instrumentos han sido determinantes para el éxito alcanzado en su gestión, la principal fuente de inspiración para esta ha venido de una fuente distinta: una guardería de niños. 

Durante 18 meses, Knudstorp fue profesor de una guardería, siguiendo los consejos de su padre que le decía que es precisamente ahí donde una persona podía aprender todo lo que se requiere saber liderazgo. En su opinión, si una persona puede ser líder en una guardería, probablemente pueda serlo prácticamente en cualquier otro lugar. Si alguna vez has tenido que manejar a un grupo de niños coincidirás que para liderarlos hace falta mucho más que fuerza y el poder de la razón. Hace falta una gran capacidad de persuasión, empatía y, por supuesto, una mente lúdica para entender modelos de razonamiento no tradicionales.

Para muchos expertos en management, son precisamente las características inusuales de liderazgo que Knudstorp adquirió en su experiencia (como profesor en una guardería y posteriormente en la empresa) las que le permiten ser capaz de darle espacio (y al mismo tiempo apoyo) a sus colaboradores para que encuentren las mejores soluciones a los problemas de la empresa. Por eso es que varios expertos señalan que el estilo de liderazgo de Knudstorp es superior al de Steve Jobs, pues si bien Jobs consiguió convertirse en un líder con talentos difíciles de igualar, Knudstorp está formando varios talentos que podrían algún día llegar a alcanzar logros como los de Jobs.