El arte no es una cuestión de estatus social

El parque de la Exposición en el centro de Lima es un buen lugar para realizar un estudio sociológico sobre el gusto por el arte. Cuando éste es usado como escenario de eventos populares y masivos, es impresionante observar la cantidad de gente que acude a él, sin percatarse en muchos casos que en ese mismo lugar queda el Museo de Arte de Lima (Mali), el cual es testigo mudo de toda la gente que pasa cerca pero no se decide entrar a conocerlo.

Hay quienes dicen que el arte no es para el pueblo. Otros, que es un asunto de accesibilidad. Sin embargo, los domingos antes de la reciente inauguración del segundo nivel, costaba S/. 1.00 el ingreso. Ojalá que siga vigente esa tarifa.

A decenas de miles kilómetros de distancia, Aaron Reeves, un sociólogo de la Universidad de Oxford, también se preguntaba ¿cuál es la relación entre la estratificación social y la participación en actividades artísticas, si se tiene en cuenta que las barreras de acceso a ambas son distintas.? Reeves llegó a la conclusión en su estudio denominado Neither Class nor Status: Arts Participation and the Social Strata, publicado en el Sociology Journal, que la participación en actividades artísticas no se explica por el estatus social sino por la educación.

Para llegar a esta conclusión trabajó con los resultados de 78 011 encuestas, de las cuales el 18% de consultados había participado en actividades relacionadas con pintura o fotografía, el 9% en danza, el 10% en música, el 2% en drama u opera y el 6% había escrito poesía u obras de teatro. En contraste, un 22% no había hecho nada artístico en su vida.

Luego estableció relaciones entre quienes sí habían optado por alguna actividad artística y sus niveles de ingreso, pero solo encontró que quienes ganan más de 30 mil libras al año eran más propensos a participar que quienes ganan menos. Tampoco halló relación entre quienes poseían los puestos más altos con una mayor inclinación hacia actividades artísticas.

Lo único que pareció ser determinante, fue la educación. En general, las personas con grados académicos tenían mayor propensión a participar en actividades artísticas, que las personas que no los tenían. Y en ese contexto, las personas de clase media sí eran las más propensas a participar de la vida artística pero por su condición de más educada, no por la clase a la que pertenecían específicamente.

El estudio de Reeves también dejó en claro que no es lo mismo participar de las artes que consumir las artes. La mejor evidencia es que quienes tienen ingresos más altos son los menos propensos a participar del arte, a pesar de que lo consuman.

Lo más interesante del análisis es que Reeves explica que la relación con la educación tiene que ver con la capacidad de procesar información y disfrutar de la cultura porque se la entiende mejor. Finalmente, también estableció un vínculo con los procesos de admisión universitaria que exigen que los postulantes brinden información sobre actividades culturales que realizan.

Por eso es tan importante la educación, porque incluso permite apreciar la riqueza cultural del país que muchas veces nos perdemos de conocer y entender.