Nuevo posible tratamiento para el autismo

Uno de los síntomas del autismo es que daña la capacidad de una persona de comunicarse y relacionarse con otros, o de entrar en contacto con su entorno, lo cual puede manifestarse de forma leve o severa. No les gusta hablar, les cuesta identificar a los demás, no establecen contacto de ninguna forma y hasta puede presentar conductas agresivas.

Un reciente estudio de la Universidad de California sobre la oxitocina, conocida también como la hormona del amor, señala que esta ayuda a producir moléculas “bliss” o moléculas de la felicidad que impulsan el placer de las interacciones sociales.

El estudio compara la reacción que produce la oxitocina con la que genera la marihuana que desencadena la producción de neurotransmisores que generan placer. En 2011, científicos holandeses, descubrieron que esta hormona hace a la gente más extrovertida, por lo que la llamaron la hormona del abrazo.

La bondad de la investigación es que establece un vínculo entre la oxitocina (hormona del amor) y la anandamida (molécula de la felicidad), conocida por activar los receptores cannabinoides en las células del cerebro para aumentar la motivación y la felicidad.

Daniele Piomelli, presidente del Louise Turnes Arnold Chair in the Neurosciences y fundador del Drug Discovery & Development Department en el Italian Institute of Technology en Génova, Italia, y sus colegas, aislaron a ratones y a otros los dejaron interacturar para medir los reurotransmisores similares a la marihuana.

La anandamida es un producto químico que se produce de forma natural en el cuerpo, conocido como los endocannabinoides, que se unen a los receptores celulares del cerebro, de la misma forma que lo hace la marihuana, y provocando las mismas reacciones.

Los resultados del experimento fueron dos:

• A mayor contacto social, mayor producción de anandamida en el núcleo accumbens del cerebro, lo que provocó receptores cannabinoides para reforzar el proceso de socialización. Cuando se bloqueaban los receptores cannabinoides, el refuerzo desaparecía.
• La oxitocina, al promover el mayor contacto social, logra que se produzca mayor anandamida en el núcleo accumbens, y por lo tanto, ayuda a reforzar los vínculos sociales. Es importante mencionar que un pequeño número de neuronas en el cerebro, producen oxitocina y la utilizan como neurotransmisor.

Este vínculo abre la puerta a nuevas investigaciones sobre la forma en que se podría usar la oxitocina para el tratamiento del autismo, dados los efectos que tiene en el comportamiento, el amor y la búsqueda de contacto con las personas. Esto es esperanzador para todos los padres que sufren por la imposibilidad de que sus hijos autistas reconozcan los sentimientos de los demás.