Hábitos cuando se trabaja en cubículos o en espacios abiertos

Cada vez más las empresas por distintas razones: promover la creatividad, atender la individualidad del trabajador, mejorar la productividad; o, porque simplemente hay restricciones de espacio, tienden a apostar por el trabajo en espacios abiertos o en cubículos a media altura. Sin embargo, muchos trabajadores señalan no estar de acuerdo con esta forma de organizar los espacios de trabajo porque no permite la concentración y esta sería la causante de una reducción en la productividad.

Una de las soluciones que se han creado para lidiar con estos problemas es crear también salas o espacios para concentrarse, pensar o hacer una llamada sin el ruido de los demás compañeros. Otra alternativa muy usada entre las empresas vinculadas al diseño y la innovación es tener espacios sin lugares fijos asignados; y, por último dividir a los equipos por barrios como suelen hacer algunas de las empresas tecnológicas más conocidas para organizar los equipos alrededor de los proyectos comunes.

Para Audrey Thomas, una experta en ayudar a las empresas a hacer cosas con menos estrés, lo que hay que hacer es adaptar nuestro comportamiento y hábitos para lograr crear un ambiente de trabajo agradable y profesional.

En este sentido, propone siete buenas prácticas para el trabajo en configuraciones abiertas que en palabras sencillas tienen que ver con lo siguiente:

1. Consultar si puede interrumpir al vecino. Nunca se sabe si estará concentrado en alguna tarea que requiere toda su atención o no tiene el tiempo necesario para atender la consulta.
2. Elegir bien los alimentos o productos con olores fuertes que consume en su espacio. Las personas tienen distinto tipo de sensibilidad a los olores. Más de uno recuerda al amigo que llevaba huevos duros al colegio y llenaba el aula de su olor. Pero hay otros olores como el del atún, las palomitas de maíz o simplemente una colonia muy fuerte.
3. Prohibir los teléfonos con manos libres o las llamadas por SKYPE a volúmenes muy altos. Nuestras llamadas pueden incomodar al resto de compañeros.
4. Caminar hacia el cubículo o espacio del compañero que se quiere contactar. Hablarle desde su cubículo aprovechando que se está cerca puede no ser una buena idea para el resto de compañeros.
5. Adecuar el volumen de voz al espacio que se comparte. Cuando se trabaja muy cerca de otras personas, es mejor bajar un poco el volumen de acuerdo al espacio en el que se está.
6. Evitar sorprender al vecino metiendo la cabeza en su espacio sin permiso. Dado que en los espacios abiertos no hay privacidad, el cubículo o escritorio es el único lugar para expresar las emociones. A nadie le gusta que lo sorprendan llorando o en medio de una crisis.
7. Acudir al baño para cualquier emergencia de salud. Hay que recordar que cualquier problema que nos afecte se multiplica en los espacios abiertos. Ustedes entienden.

No son muchas reglas, y todas ellas pueden ayudar a tener un mejor ambiente de trabajo.