Los servicios de salud en Singapur son los más eficientes del mundo

Con sólo 50 años de país independiente, Singapur ha logrado grandes metas en poco tiempo. Ha pasado de ser un país pobre a uno de los cuatro gigantes asiáticos gracias a su desarrollo económico, tecnológico y educativo. Su progreso es tal que ha dejado rezagados a varios países con muchos más años intentándolo y hoy es no sólo uno de los centros financieros y comerciales del mundo sino uno con los mejores índices de desarrollo humano al ocupar el puesto 9.

Uno de estos factores en los que Singapur ha alcanzado gran notoriedad es el de Salud. Según el ranking elaborado por Bloomberg, Singapur es el país más eficiente en el cuidado de la salud en el mundo superando a países con un mayor gasto en este sector ¿Cómo así logró Singapur hacerse merecedor de este título?

El gasto total en salud como porcentaje del PBI es de 4.7%, lo que lo ubica por debajo no sólo de los grandes inversores de salud como Estados Unidos (17,9%) o Alemania (11,3%) sino de la media mundial de 10%. Esto se debe a que en Singapur, el estado cubre sólo una cuarta parte de los gastos totales destinados al sistema de salud mediante impuestos y fondos. Este sistema requiere que los ciudadanos se responsabilicen de su propia salud y dediquen parte de sus ingresos a cubrir su seguro médico. Esto se lleva a cabo gracias a que el Estado obliga a sus ciudadanos a ahorrar para cubrir sus gastos de salud. Sin embargo, a quienes no pueden asumir los gastos de un servicio de salud, el Estado brinda subsidios. Los centros de salud del gobierno están conformados por una serie de hospitales públicos para los servicios de hospitalización y numerosos policlínicos que ofrecen servicios ambulatorios. Aunque totalmente controlados por el gobierno, los hospitales del sector público funcionan como sociedades de responsabilidad limitada con el fin de competir con el sector privado en el servicio y la calidad.  Gracias a ello, cuando se ingresa a un hospital público en Singapur la experiencia es muy parecida a la de entrar a una clínica privada de calidad.

A esto hay que añadir que en Singapur la expectativa de vida es de 82 años, que la tasa de mortalidad infantil es la menor en el mundo, que la de obesidad es de menos del 10% y que casi toda la población tiene accesos a agua potable y facilidades sanitarias. Todo esto ha logrado que Singapur sea el país más eficiente al brindar servicios de salud.