HISTORIAS
La infidelidad financiera
La independencia económica que han logrado alcanzar muchas mujeres ahora les permite no solo aportar a la economía del hogar, sino muchas veces ser las mayores proveedoras en estos. Esta circunstancia ha generado dos tipos de reacciones entre sus parejas. Por un lado, una total apertura a compartir los gastos familiares y dividir las responsabilidades sobre estos; y, por el otro, una inclinación a aprovechar la situación para aportar menos de lo que en una situación convencional, le correspondería.
Ninguna de estas reacciones puede considerarse como negativa, en tanto no haga estragos en las relaciones de pareja. Algunos de los reclamos de mujeres, aunque también podrían ser varones, que han pasado por estas situaciones son:
- Solo paga las pensiones del colegio y la hipoteca, pero no hace la compra, no paga las empleadas, la ropa de los chicos, ni cubre los gastos de salud.
- Todo el tiempo me dice que tiene que ayudar a sus padres, que no le pagan los trabajos y nunca tiene plata para asumir los gastos de sus hijos de forma integral.
En la mayoría de casos, estas conductas son solo síntomas que se convierten en un problema si es que llegan a convertirse en lo que hoy se conoce como el tercer tipo de infidelidad. No se trata de la infidelidad física, ni la infidelidad emocional digital, sino la infidelidad financiera.
Tiene que ver con la intención de una de las partes de ocultar a la otra parte sus verdaderos ingresos financieros.
¿Cómo detectar que nuestra pareja nos es infiel financieramente?
Los expertos del portal Familia, dicen que hay algunos rasgos típicos que caracterizan a los infieles financieros:
- Evita hablar de dinero contigo.
- Es poco transparente sobre sus ingresos reales.
- Maneja el dinero de ambos, pero no rinde cuentas sobre las entradas y las salidas.
- Tiene un ritmo alto de gastos.
- Posee cuentas de ahorro o tarjetas que no conocías.
- Actúa a la defensiva sobre ciertos gastos e incluso los oculta.
- Controla al milímetro los tuyos y te pide cuentas sobre los mismos.
El tema del dinero siempre es un asunto sensible en una pareja, porque se presta a discusión sobre quién aporta más o menos, o, a quién le toca asumir ciertos gastos del hogar.
Por ello, apenas detectes alguno de estos síntomas es necesario tomar el toro por las astas y aclarar las cosas. Nunca hay que olvidar que la economía familiar es un asunto de ambas partes y, en la medida que afecta los planes de vida que hicieron cuando decidieron caminar en pareja, no hay que permitir que dañe la relación si es que puedes hacer algo para evitarlo.
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