NÚMEROS
Escasez de centros de cuidado diario es un desafío para la 'womenomics' en Japón
El partido de futbol del presidente del gobierno, Ollanta Humala, con sus ministros el último fin de semana, hizo que pasara desapercibida la inauguración del Cuna Más de La Victoria, que es como se llaman a los centros de cuidado diurno para niños en el Perú.
Como se sabe, este programa tiene como objetivo mejorar el desarrollo infantil de niños menores de 3 años en zonas de pobreza y pobreza extrema, para superar las brechas en su desarrollo cognitivo, social, físico y emocional.
El caso particular de La Victoria, se conoce que fue resultado de un trabajo coordinado entre los Ministerios de La Mujer, Desarrollo Social y la coordinación del de Producción, como parte del paquete de beneficios para la zona del programa Gamarra Produce, con el fin de atender la problemática de las mujeres trabajadoras del emporio comercial de Gamarra, que llegan a trabajar a ese conglomerado productivo durante largas jornadas, sin tener donde dejar a sus pequeños niños.
Ese es el mismo drama que viven millones de mujeres en el mundo que se han incorporado a la fuerza laboral y necesitan el apoyo del Estado, a través de estos centros de cuidado diurno para poder compaginar su vida profesional con su tarea como madres.
Japón, es uno de esos países donde la demanda de niños que necesitan acceder a estos centros, ha sobrepasado la oferta del Estado. De acuerdo, a una nota de NPR, en abril de 2015, ya habían 23 mil niños en lista de espera para los centros de cuidado, ante su incapacidad para cuidarlos por sí mismos.
En Japón, además de la oferta básica de centros hasta los tres años, también tienen un formato que va desde los tres años hasta que se van al kindergarten, totalmente subsidiados por el Estado para familias de todo nivel de ingresos. Los horarios son extendidos y los niños pueden quedarse entre las 6.00 y las 20:00 horas debido a que muchos de los padres trabajan más de 12 horas diarias. En estos casos, la lista de espera es de hasta 1200 niños por cada Nursery School y los padres tienen que aplicar entre 20 y 30 veces para conseguir una vacante, porque el Estado no ha ido al par que la demanda en la construcción y habilitación de nuevos centros.
Esto se ha convertido en todo un desafío para el gobierno japonés, que tiene un 26% de población mayor a los 65 años, y para el cual, la incorporación de las mujeres a la fuerza laboral es crucial para la economía. Por ello, se ha planteado llevar a cero la lista de espera en estos centros de cuidado, creando 400 mil nuevas vacantes en estos para el 2018. Este beneficio se añade a una ayuda que reciben las familias por niño, en función de su nivel socioeconómico.
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