IDEAS
¿Saben los perros lo que sentimos?
Los que tenemos perros, sabemos que estos son capaces de distinguir cuando estamos tristes, alegres, ansiosos e incluso enfadados. La mejor prueba es que muchas veces reaccionan a esos estados de ánimo y no siempre como esperamos.
Esta habilidad para percibir expresiones emocionales no sería exclusiva de los perros sino que estaría presente también en otras especies, pero en el caso de estos, tendrían la ventaja de reconocer emociones en los seres humanos y en otros perros.
Ahora ya está confirmado por un reciente estudio denominado Dogs recognize dog and human emotion, elaborado por Natalia Albuquerque, Kun Guo, Anna Wilkinson y Carine Savalli.
En realidad lo que perciben son una combinación de señales auditivas y visuales que les permite concluir cómo estamos. Dependiendo de ello, muchas veces reaccionan con ansiedad, ladran algo agresivos o se acercan moviendo la cola. Esto significa que hacen una suerte de lectura de señales que son las que permiten que se adapten a diferentes situaciones.
De acuerdo a los investigadores, las expresiones faciales son las más importantes para un rango de especies, pero cuando a esta se le integra lo sensorial, el reconocimiento que hacen las especies es más fiable.
En el caso de los perros es especialmente importante esta comprensión de las emociones porque les permite interactuar con los seres humanos. Es interesante por ejemplo, oírlos ladrar cuando alguien levanta la voz o se muestra agresivo, porque parece que pudieran discriminar el contenido de las emociones.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores trabajaron con 17 perros adultos sanos de distintas razas con los cuales se realizaron diversos ensayos en los que se les sometieron a diferentes estímulos acústicos y visuales. Cuando pasaban más tiempo mirando imágenes con sonidos, se asumió que tenían una habilidad para poner las dos cosas juntas e identificar el estado emocional.
Lo que ocurre es que cuando se trata de sus propietarios no solo reaccionan a sus emociones sino que son capaces de leer su lenguaje corporal. La mejor prueba es cuando te ve levantarte, escucha la palabra correa y luego calle, mientras buscas tus llaves. El ya sabe que le toca su paseo y se muestra ansioso al comunicarse.
Es previsible que se haya llegado a esta conclusión porque los seres humanos y los perros llevamos viviendo juntos mucho tiempo, y más de uno ya teníamos la idea de que nuestro mejor amigo nos entiende, sabe lo que queremos y se anticipa a lo que vamos a hacer, pero ahora esa idea tiene el sustento de un estudio.
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