La era de la tecnología nos invade desde hace tiempo. Ha traído consigo muchas cosas buenas como la comunicación inmediata, los medios de comunicación, los smartphone, etc. Sin embargo, como nada puede ser solamente bueno en esta vida, la era tecnológica ha traído también nuevas clases de vicios.
El uso problemático del internet (PIU por sus siglas en inglés) es considerado hoy en día como una adicción conductual, cuenta el portal Quartz en su artículo “A new study says half of US students could be internet addicts”, a partir de un nuevo estudio realizado por alumnos doctorales de la Universidad de Carolina del Norte y de la UNC analizó este fenómeno.
El estudio, llamado “The Effect of U.S. University Students' Problematic Internet Use on Family Relationships: A Mixed-Methods Investigation” encontró que personas con PIU tenían serios problemas de salud mental. Estos incluían depresión, déficit de atención (ADHD), hostilidad, fobias sociales, uso problemático del alcohol, tendencia a auto-dañarse y problemas al dormir.
Los estudiantes que fueron analizados tenían que cumplir los siguientes requisitos: pasar más de 25 horas a la semana en internet (a parte del trabajo o estudios) y que sufran algún problema de salud, intrapersonal o emocional debido al PIU. Se envió un mail invitando abiertamente a los alumnos. Finalmente, solo 27 asistieron a la reunión y contestaron preguntas. De estos, sólo el 48.1% podía ser considerado adicto.
Durante las conversaciones surgieron tres temas: conectividad con la familia, conflicto con la familia y el sobreuso de internet en otros miembros de la familia. Algunos alumnos afirmaron que lnternet los conecta a su familia usando, por ejemplo, Skype para llamadas de largo alcance. Sin embargo, la gran mayoría afirmó que el Internet causaba problemas de aislamiento al interior de sus familias.
Además, se descubrió que la adicción a Internet no es algo solo de ahora, sino que se puede trazar a generaciones anteriores. Es decir, el problema no es exclusivo de jóvenes que han nacido y se han criado con la tecnología, sino que en el estudio se vio que no era raro que los familiares mayores de un joven con PIU también usaran el internet de forma adictiva. El estudio reveló que no solo padres de familia, sino que también abuelos se ven envueltos en este mundo tecnológico de forma enfermiza, rompiendo o dañando lazos familiares.
En resumen, el internet y la tecnología nos han traído cosas maravillosas, pero hay que saber trazar una línea para que no empiece a afectar negativamente nuestras relaciones más cercanas.
Publicar un comentario