¿Cómo evadir los algoritmos de la publicidad?

Más de uno debe haberse percatado que si por alguna razón ingresó a filtrar algún contenido en un buscador, a partir de ese momento, los algoritmos de estos buscadores le devolverán publicidad relacionada con esa búsqueda reiteradamente. Un pasaje de avión hacia un lugar de destino, una reserva de hotel, entre otros.

Esto no es casualidad, y aunque no lo haya hecho en sus redes sociales, le aparecerán cuando ingrese a estas o en páginas que suele visitar.

Y es que detrás, precisamente están esos algoritmos que estudian nuestros movimientos en Internet para tratar de saber cómo somos, qué nos gusta, qué queremos consumir o comprar y otras cosas más.

Luego, solo estamos a un paso que la publicidad que nos llega se vuelva personalizada a esos gustos que la Internet ha interpretado que tenemos, pero deja fuera todo aquello que nosotros no sabemos que nos gustaría saber o conocer porque todo el tiempo filtran la información a la que accedemos.

Precisamente, de esto trata un reciente artículo aparecido en el Diario el País, titulado Inteligencia Artificial: Cómo educar a los algoritmos para que no elijan la información por nosotros, donde nos plantea primero ser conscientes de que esto está ocurriendo y que empresas como Facebook e Instagram priorizan nuestros contenidos personales, condicionan accesos a información de medios a determinados criterios, antes que a la cronología, entre otros.

En segundo lugar, lo más recomendable es buscar más información y no conformarnos con la que se nos ofrece de manera inmediata porque esa es la que está siendo filtrada para crearnos una burbuja de contenidos en la que terminamos viviendo si es que no buscamos salir de ella.

En tercer lugar, nos plantea seguir a personas que sabemos piensan contrariamente a lo que nosotros opinamos, porque eso nos asegura que el algoritmo tendrá que incorporar otras fuentes de información. Otra alternativa, es tener varios perfiles y navegar con todos ellos porque eso permite acceso a recomendaciones aleatorias y, por supuesto, buscar proactivamente diferentes fuentes de información.

Si no se tiene opción de hacerlo, la navegación en modo privado, también es un mecanismo para despistar a los algoritmos.

No obstante, los expertos advierten que en la práctica todo puede resultar infructuoso y que lo mejor es que las propias redes y buscadores incorporen la posibilidad de ser más abiertos en el flujo de información que ofrecen a los usuarios y no vendan parámetros de publicidad que favorezcan a los clientes que les pagan.

La gran pregunta es si tendremos éxito en conseguir eso.