IDEAS
Las visitas guiadas a presos por corrupción
A pesar del limitado impacto de sus acciones y al hecho de también haber sido envuelto en distintos escándalos de corrupción, no se puede negar que los esfuerzos del presidente chino Xi Jinping por controlar la corrupción en China son los primeros en varias décadas.
Lo que originalmente se pensaba se trataría de un esfuerzo contra la corrupción enfocado solo en funcionarios públicos de bajo nivel ya ha alcanzado niveles más altos. Sin embargo, las proporciones todavía indican un sesgo hacia los “peces chicos”. Por ejemplo, desde 2012, mientras varias decenas de miles de funcionarios públicos de bajo nivel habían sido arrestados por corrupción, apenas algo más de 100 funcionarios públicos de nivel más alto habían sido puestos bajo investigación.
Como no podría ser de otra manera, siguiendo la tradición del Partido Comunista de China, la campaña anticorrupción está siendo manejada por una Comisión Central para la Inspección de la Disciplina.
Recientemente, una de sus iniciativas ha recibido una ola de burlas de la población a través de Weibo, el Twitter de China. Se trata de la iniciativa de organizar visitas de los funcionarios públicos a las cárceles donde se encuentran cumpliendo condenas ex funcionarios públicos condenados por actos de corrupción.
Por ejemplo, solo en el mes pasado 70 funcionarios públicos de la provincia central de Hubei se reencontraron con antiguos colegas presos en una cárcel local. Para la Comisión Central para la Inspección de la Disciplina, este tipo de visitas a funcionarios como Lu Xingguo, el ex jefe de asignación de tierras de la provincia de Hubei, conocido como “El secretario Mucho (“muchos amigos, muchas fiestas de apuestas y mucha plata”), busca sensibilizar a los funcionarios públicos para disuadirlos de participar en actos de corrupción.
En estos tours los funcionarios que hoy purgan sus penas en prisión invocan a sus pares a mantener un comportamiento correcto en el ejercicio de sus funciones para no correr la misma suerte de ellos. Algunos de los funcionarios que participaron en estas visitas se han pronunciado de manera positiva respecto de ellas pues consideran que les recuerdan la importancia de tener un comportamiento íntegro a pesar de todas las tentaciones que puedan enfrentar. Sin embargo, la opinión pública ha recibido la noticia de estas visitas con escepticismo y burla. Para muchos ciudadanos se trata de una fiesta más en la que antiguos colegas ya hacen planes futuros respecto de cómo celebrar su salida de la cárcel.
La estrategia anticorrupción del gobierno chino, a pesar de sus avances, todavía tiene mucho por hacer para ganar la credibilidad de la población. La población reclama resultados más concretos y respuestas a las acusaciones de corrupción al más alto nivel. Como se sabe varios altos miembros del politburo y sus familiares han sido envueltos en escándalos millonarios de corrupción que todavía no han sido aclarados y mucho menos resueltos en el marco de la ley.
Sin embargo, la iniciativa de organizar visitas a las cárceles no deja de parecer pintoresca. ¿Usted cree que funcionaría en Perú?
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