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A dejar de fumar ¡ya!

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Los beneficios de que un hombre fumador de 35 años deje de fumar son de USD27,400 a lo largo de su vida.
10 de julio de 2015
Red star
Por qué es importante
Las políticas para combatir el consumo de cigarrillos pueden salvar millones de muertes prematuras.

Mientras la ciencia todavía lucha por resolver los problemás más grandes y complejos de salud del mundo como el cáncer o el Alzheimer, los países todavía no consiguen reducir efectivamente el consumo de cigarrillos en los países, la principal causa de cáncer a pulmón en el mundo.

Y no solo eso, en algunos países del mundo el consumo de cigarrillos no solo se mantiene sino que se ha incrementado.

La revista inglesa The Economist en su edición de hoy señala que, si bien las prohibiciones al consumo de cigarrillos no solo serían poco efectivas sino que podrían interpretarse como una invasión de las las libertades individuales (aunque la naturaleza adictiva de los cigarrillos debilitan este argumento), desalentar el consumo es absolutamente legítimo. El argumento económico para hacerlo es demoledor: según un estudio danés, los beneficios de que un hombre fumador de 35 años deje de fumar son de USD27,400 a lo largo de su vida.

Razones hay varias: los fumadores contaminan el aire que otras personas respiran y además dañan la vida de las familias cuando mueren de forma prematura. 

La manera más efectiva para hacer que las personas dejen de fumar es aumentar el impuesto selectivo al consumo de cigarrillos de tal manera que desincentive el consumo sin promover el contrabando. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el impuesto debería ser de por lo menos el 75% del valor de cada cajetilla. Como es natural, mientras se sube el impuesto selectivo al consumo de cigarrillos, los países deben fortalecer su control aduanero para evitar el contrabando.

Combatir el consumo de cigarrillos es una decisión de política bastante clara, si es que los gobiernos son capaces de lidiar con la inercia política y resistir el fuerte lobby de las empresas tabacaleras. Se trata de las pocas políticas en las que no hace falta ser un país rico para tener éxito.

Según la OMS, Turquía ha sido el único país que adoptó todas las medidas recomendables para reducir el consumo de cigarrillos y que ya puede ver los resultados de su esfuerzo: en 8 años la tasa de consumo de cigarrillos en los hombres se redujo de 52% a 41%. En Europa también se ha avanzado de forma importante aunque de manera diferenciada entre países. Aún así, ya se consiguió que 30% de las personas que alguna vez fumaron hoy no fumen más. Por supuesto que la lucha contra el consumo de tabaco no solo se debe librar en Europa sino que es incluso más relevante en países en desarrollo donde millones de personas mueren anualmente a causa del tabaco. El caso de China es probablemente el más representativo: si China consiguiera que 30% de todos los que fumaron alguna vez dejaran de fumar, se podrían evitar 35 millones de muertes prematuras. En Perú todavía hay mucho por hacer para desalentar el consumo de cigarrillo. Todavía estamos a tiempo pues los niveles de adicción de la población no son tan altos. Sin embargo, hay que comenzar ya.