PERSONAS
¿Qué pasa si el envejecimiento es una enfermedad?
Esa es la pregunta que se hizo Elizabeth Parrish, quien hoy en día se presenta como una representante del movimiento biohacking, la CEO, conejilla de indias de Bioviva, una empresa que busca reivindicar el envejecimiento no como un proceso natural del transcurso del tiempo sino como una enfermedad.
Para ello, su empresa ha patentado dos procesos que revierten el acortamiento de los telómeros en dos décadas, entendido este acortamiento como una de las causas fundamentales del envejecimiento.
El método utilizado es la terapia de genes, según señala un artículo de Inverse “ Therapy Makes BioViva Elizabeth Parrish Younger, Blunter and Resolute ”.
La tesis detrás del método es que hay que evitar que los telómeros se reduzcan de tamaño porque es eso lo que nos envejece. Eso se explica porque el cuerpo humano es como una computadora que se programa para hacer algo, pero los telómeros se hacen más pequeños y eso impide que podamos hacer lo mismo que hacíamos antes.
Según Parrish, si evitamos que los telómeros se acorten, revertiremos el envejecimiento.
Para demostrarlo se ha autoaplicado esa terapia a sí misma y con sus 44 años, ha logrado hacer más lento el proceso celular del acortamiento, lo cual significa que podría haber encontrado una cura para lo que ella llama la enfermedad del envejecimiento.
Esa que los médicos nos diagnostican cuando vamos a verlos porque nos levantamos con dolores, o nos empiezan a doler las articulaciones, y nos dicen que son dolencias propias de nuestra edad.
Parrish se aplicó la primera ronda de su Bioviva en Colombia, porque en los EE.UU. tiene obstáculos regulatorios para usarla y, por ahora, no está dispuesta a asumir los costos de hacer la pelea en la FDA. La otra alternativa es convencer a esta última que el envejecimiento es una enfermedad y que hay que tratarla. De lo contrario se necesitarían USD 1 mil millones para financiar el proceso que permita hacer viable su uso en los EE.UU. Para la CEO de Bioviva, esta terapia podría ayudar a tratar la enfermedad de envejecimiento prematuro, o como terapia preventiva.
Cuando se le pregunta qué pasará con la edad de jubilación, la investigadora responde que esos son temas que no corresponden a su ámbito de actuación, y que su trabajo es mitigar enfermedades que se pueden mitigar.
La historia de Parrish permitirá ver en la práctica si su terapia funciona.
Estaremos atentos.
Publicar un comentario