Los desafíos de la uva peruana en el mercado asiático

Existen tres razones por las cuales el mercado asiático es especialmente importante para la fruta en general y para la uva en particular: lo primero es su población con miles de millones de habitantes; lo segundo, su capacidad adquisitiva que le permite adquirir fruta de calidad; y, en tercer lugar lo que esta significa como obsequio.

En este último caso, en particular la uva Red Globe es un regalo muy habitual porque ese color simboliza buena suerte y fortuna en la cultura oriental, lo cual explica que a nivel de sus importaciones, esta variedad tenga un lugar especial.

Chile es uno de los principales países exportadores de uva a los mercados asiáticos, y, por supuesto nos lleva la delantera a nivel de los envíos que en 2015 fueron de 751,2 mil toneladas que en valores representa los USD 314, 2 millones que equivale a casi la tercera parte de lo que nuestro país vecino exporta de uva a esos mercados. El 47% de los envíos corresponde a Red Globe, el 18% a Thompson Seedless y el 17% a Crimson Seedless. Los países de destino más importantes para Chile son China y Corea, con el 36% y 33%, respectivamente, del total de exportaciones a los mercados asiáticos.

En el caso del Perú, las cosas tampoco han ido mal, y el mercado asiático representa el 43% de nuestras exportaciones de uva en volumen y 38% en valores. En 2015 exportamos USD 269, 1 millones que equivalen a 134,1 mil toneladas, de las cuales el 99% fueron de uvas rojas sin clasificar por variedades porque no tenemos un registro que individualice variedades en los envíos consolidados. La mayor parte de nuestras uvas van a Hong Kong y China con el 28% y 27%, del total de los envíos al mercado asiático.

Esta circunstancia se justifica en que la tercera fruta más importada por un país como China es la uva, después de los plátanos y el longan.

Todo parece apuntar a que ambos países mantendrán sus ritmos de envíos a este mercado. El Perú contará con mayores volumenes porque entran en producción nuevas áreas de cultivos, pero tiene el desafío impostergable de ir hacia la uva sin pepas. Por su parte, Chile tiene el desafío de mantener el liderazgo en el hemisferio sur de exportaciones de uva de mesa, en un contexto donde Perú, no le deja ni tregua, ni ventana.