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La inmunoterapia detrás de los milagros

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La inmunoterapia es una de las vías más prometedoras para tratar el cáncer basada en una terapia biológica para estimular las defensas del cuerpo para combatir el cáncer restaurando la función del sistema inmunitario.
24 de mayo de 2016
Red star
Por qué es importante
Las nuevas investigaciones sobre la inmunoterapia permitirán llegar a la conclusión sobre si es posible lograr "milagros en serie" a través de este tipo de terapias contra el cáncer, mientras tanto por qué no creer.

Una nota de New Yorker, denominada At The Vatican, A Search For Cancer’s Miracle Cure, hace referencia a un reciente encuentro de investigadores del cáncer en el Vaticano, a quienes el papa Francisco recibió y ante los cuales habló, en el marco de la tercera conferencia sobre medicina regenerativa, incluyendo la inmunología, denominada Horizons celular.

Alguien puede estar pensando que cuando menos, es extraño que se haya elegido el Vaticano, como la sede de un evento en el cual se iba a discutir sobre la inmunoterapia, como una forma de tratamiento que impulsa la capacidad innata del cuerpo para combatir tumores. Si embargo, esto tiene una explicación que es poco conocida para muchos.

Pero antes de contarles qué tiene que ver una cosa con otra, es importante explicar algo sobre la inmunoterapia que si bien cada vez más es una de las vías más prometedoras para tratar el cáncer basada en una terapia biológica para estimular las defensas del cuerpo para combatir el cáncer restaurando la función del sistema inmunitario, también tiene todo un historial de fracasos.

La relación de la inmunoterapia, data de 1952, según el artículo sobre el que se basa esta nota, y tiene que ver con uno de los milagros que permitió la canonización de Elizabeth Seton, una monja de New Orleans, EE.UU.. Se trata del caso de un niña llamada Ann O´Neill de cuatro años que fue diagnosticada con leucemia linfatica aguda que es un cáncer que impide la producción normal de glóbulos blancos en la sangre, y su caso se había considerado terminal.

En ese contexto, la enfermera del hospital donde estaba siendo atendida la pequeña, sugirió a los padres intervenir a través de Seton, por la cura de la pequeña. Esto debido a que ya en 1935 se le había atribuido la curación de una monja de cáncer de páncreas. Como los padres estuvieron de acuerdo, se empezó una novena de oración por la niña, se le llevó a visitar la tumba de Seton y se colocó un trozo de vestido de esta en pijama de la pequeña. A los pocos días, la niña empezó a sentirse mejor y luego de 15 días fue dada de alta, en lo que se consideró el segundo milagro de Seton.

Luego de 8 años de investigaciones, el Vaticano concluyó que fue un milagro y Seton fue canonizada en 1975. No obstante, nadie puso atención en el hecho que antes de la remisión a la niña le dio varicela y todo parece indicar que cuando dicho virus atacó el sistema inmune de Ann, también había matado la leucemia.

Esto significa que cuando un cuerpo afectado por cáncer que es atacado por una infección grave, puede tener reacciones similares. Obviamente, nada de esto afectó a Seton que sigue siendo Santa, pero claramente es posible que detrás de algunos de los milagros que han servido para canonizar a algunos de los santos modernos, haya una inmunoterapia endógena.

Lo importante es que estos casos justifican que hoy en día la inmunoterapia sea el centro de nuevas investigaciones que van en busca de estos “milagros en serie” que se necesitan actualmente.