NÚMEROS
A más vacaciones, más productividad
Estados Unidos es la única economía desarrollada en el mundo que no garantiza a sus trabajadores vacaciones pagadas. En contraste, los países europeos otorgan a sus ciudadanos el derecho legal a por lo menos 20 días de vacaciones pagadas por año. En Francia, el país más generoso, los días laborables de vacaciones a los que los trabajadores tienen derecho son 30, aunque muchas empresas llegan a ofrecer 50, es decir, más de dos meses completos de vacaciones. Como resultado de ello, los franceses trabajan en promedio 1,500 horas por año. Esta cifra es superior a la de los alemanes, holandeses, noruegos y daneses, aunque menor que la del resto de países de la OECD.
¿Cuál es el efecto de una regulación tan generosa con los trabajadores?
En primer lugar, una proliferación de los contratos a plazo fijo. En Francia existen dos tipos de trabajadores: aquellos con contratos a plazo indeterminado (a quienes es extremadamente difícil despedir) y los demás. Debido precisamente a que la legislación laboral es tan generosa en materia de vacaciones y algunos otros beneficios, actualmente el 80% de las contrataciones se realizan a plazo fijo. Los días de vacaciones bajo esta modalidad son, por supuesto, menores.
En segundo lugar, un esfuerzo importante de las empresas por invertir en procesos que reducen la necesidad de contratar personal. Esta es la principal razón por la que la productividad de los trabajadores franceses es mayor a la de los alemanes o ingleses.
Existe la creencia de que la fuerza laboral de un país tiene que trabajar mucho para poder ser altamente productiva. Los ejemplos de los países de la OECD prueban que esto no es así. Según un estudio realizado por la Organización Internacional del Trabajo, menores horas de trabajo en Estados Unidos estaban asociadas con una mayor producción por hora. Asimismo, de acuerdo con un análisis para los 18 miembros europeos de la OECD, la respuesta de la productividad a un incremento de las horas trabajadas es negativo: por ejemplo, por encima de las 1,925 horas trabajadas se encontró una caída de la productividad de 1% por cada punto porcentual de aumento en el número de horas trabajadas.
La sociedad peruana es una en la que todavía trabajar largas horas, incluso durante los fines de semana, es muy bien visto. La experiencia europea es un excelente recordatorio de que lo más importante no es cuántas horas se trabaje o cuánto esfuerzo se ponga a una tarea sino cuán bueno o efectivo es el resultado. ¿A quién preferiría Usted por empleado? ¿A uno que trabaja 16 horas en un día para producir resultado o a aquél que lo logra en solo 8 horas?
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