Turbulencias en El Corte Inglés

Quienes conocen España, saben que el Corte Inglés es un ícono para los españoles. A nadie se le ocurriría visitar dicho país y no pasar por alguna de sus tiendas, a lo largo de toda España.

El grupo fue fundado en 1940 y se expandió durante los 60s, época en la que se vivía un auge económico en España. Su importancia llegó a ser tan grande que se consideraba un barómetro de la economía.

Hace dos años murió Isidoro Álvarez, su presidente por más de 25 años y que había logrado que la cadena de grandes almacenes fuera la primera en ventas en Europa y la cuarta del mundo, según lo cuenta el artículo “Spanish retail: Deep cuts in store” del Financial Times.

Sin embargo, su partida no ha sido el único golpe que ha tenido que enfrentar la empresa porque la crisis también lo ha hecho, y más allá de mellar los márgenes de ganancia, lo que ha hecho es poner en evidencia las debilidades de la empresa en tiempos de crisis. El artículo incluso sugiere que su margen de ganancias es poco más de 1% en la mayoría de sus divisiones, y lo mismo ocurrió con la cadena de hipermercados Hipercor que ha caído desde 2006.

Como consecuencia de ello, el Corte Inglés ha perdido cuota de mercado, según Euromonitor que es citado en el artículo, en niveles de 8% en últimos cinco años, durante el mismo tiempo que los supermercados Mercadona aumentaban su participación en 17%.

Los analistas citados consideran que parte del problema es que la empresa no tenía como otras, inversiones en otros mercados, como ocurrió con el BBVA. A esto se suma que la empresa no tuvo capacidad de reaccionar de manera rápida frente a sus rivales.

Por el contrario, su accionar frente a la crisis fue todo, menos lógico. Cuando otros reducían operaciones como consecuencia de la reducción de la demanda, El Corte Inglés abría tiendas masivas, esperando recuperar lo perdido. El resultado es que hay tiendas, donde se puede observar más empleados que clientes, y solo abren un mínimo de cajas ya que el resto son innecesarias, según recoge el FT.

Todo ello, ha llevado a que la designación de Dimas Gimeno de solo 40 años genere muchas expectativas sobre el futuro de la cadena de grandes almacenes. Por lo pronto, ya ha tomado medidas para reducir la deuda, adaptar la oferta a la realidad de la zona donde están ubicadas las tiendas, optimizar gastos, mejorar sus productos de marca propia, entre otros, entre otros.

Sin embargo, hay otros que son menos optimistas, y creen que el concepto de negocio ya murió y que o se adapta a filosofías más modernas como Inditex, o hay pocas probabilidades de sobrevivir.