La IA y la presión de los márgenes de ganancia en el cine

Según un artículo de Shiona McCallum, de BBC News, la huelga de Screen Actors Guild (Sindicato de Actores de Cine), más conocido por sus siglas en inglés como SAG-AFTRA, tiene que ver con la amenaza que representa la inteligencia artificial para las profesiones creativas.
Los actores no llegaron a un acuerdo para conseguir una mejor protección de sus miembros frente a la IA.
Duncan Crabtree-Ireland, el principal negociador de SAG-AFTRA, ha señalado que los estudios cinematográficos han pedido tener la facultad de escanear los rostros de los extras a cambio del pago por un día de trabajo y así poder poseer y usar su imagen "por el resto de la eternidad, en cualquier proyecto que quieran, sin consentimiento y sin compensación".
Lo anecdótico es que ese pedido coincide con la trama de un episodio de la sexta temporada de la serie "Joan Is Awful" ("Joan es horrible").
El problema es que parece que esta intención de usar la inteligencia artificial está más que extendida porque lo mismo está ocurriendo en el Reino Unido, donde el sindicato de actores es testigo del uso de la inteligencia artificial en doblajes de voz sintetizados, avatares digitales para videos corporativos, entre otros.
La respuesta de los actores ha sido de rechazo a que la industria utilice la tecnología para ampliar sus márgenes de ganancia. ¿Dónde estaría la creatividad de un guionista y sus derechos de autor si se reemplaza con ChatGPT o Bard?
El temor de los sindicatos de actores, escritores y guionistas es que se pretenda cambiar la forma en que funciona la industria sin respetar sus derechos de autor por lo que el uso de la inteligencia artificial en esta industria debe ser regulado.
De acuerdo a Mathilde Pavis, una abogada citada en la nota de la BBC, hay que proteger la cara y la voz porque son vulnerables frente a la inteligencia artificial y probablemente eso obligará a modificar la normativa de derechos de autor para afrontar los nuevos desafíos que imponen estas tecnologías.