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Mosquitos transgénicos contra la malaria

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A DIFERENCIA DE LOS SERES HUMANOS Y OTROS ANIMALES, LOS INSECTOS NO PRODUCEN ANTICUERPOS POR SÍ SOLOS.
26 de noviembre de 2015
Red star
Por qué es importante
La malaria es responsable por la muerte de más de 400 mil personas en el mundo cada año.

Usando tecnología genética controversial, científicos del sistema de la Universidad de California han logrado crear en el laboratorio cientos de mosquitos Anopheles que son incapaces de transmitir a los humanos el parásito Plasmodium que produce la malaria o paludismo. Este es un gran avance en la lucha contra esta enfermedad que provoca más de 400 mil muertes en el mundo cada año, en especial en el continente africano, aun considerando el esfuerzo por controlarla que lleva varias décadas. Sin embargo, estas criaturas aún no estarías listas para ser usadas ampliamente debido a que las consecuencias ecológicas son impredecibles.

Investigadores de la Universidad de California en Irvine y San Diego han participado en el desarrollo de una herramienta para forzar modificaciones específicas en una población de organismos a través de una tecnología poderosa y controversial denominada gene drive. En este caso, los investigadores buscan forzar genes anti malaria en poblaciones de mosquitos silvestres. En pocas palabras, se busca transformar rápidamente la composición genética de las poblaciones naturales de insectos, lo cual podría ser empleado también para otras enfermedades que afectan a los seres humanos y destruyen los cultivos.

Según la publicación del equipo investigador en PNAS, se empleó un procedimiento de edición genética denominado CRISPR/Cas9 (Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats - associated protein 9) para agregar un gen para anticuerpos contra la malaria en mosquitos Anopheles stephensi. Estos insectos son los principales vectores de la malaria, pero no son capaces de transmitirla a los humanos cuando su propio ADN les hace producir un anticuerpo contra los parásitos de la malaria. Cabe señalar que, a diferencia de los seres humanos y otros animales, los insectos no producen anticuerpos por sí solos.

El principal aporte del gene drive está en la forma en que se añade los genes al ADN a través del CRISPR/Cas9. Por lo general, un solo gen modificado en una célula germinal tiene una probabilidad del 50% de ser transmitido a la descendencia. La técnica del CRISPR/Cas9 es capaz de agregar dos copias del gen, por lo cual tiene una mayor probabilidad de ser heredado. En pruebas con los mosquitos modificados en laboratorio, el equipo encontró que el 99.5% de la descendencia había heredado el gen modificado. Asimismo, el equipo agregó un gen que provocaba que los ojos del insecto tomaran un color rojo fluorescente.

Cabe señalar que estos mosquitos permanecen en el laboratorio y se considera que aún no están aptos para ser usados en el campo. Esta técnica genética tiene como objetivo imponer el nuevo genotipo de forma agresiva en poblaciones silvestres, por lo cual se debe tener mucho cuidado en que las modificaciones genéticas no tengan efectos indeseados. Antes de que puedan ser liberados, estos organismos modificados deben ser sometidos a más pruebas en ambientes controlados. Sin embargo, nadie debe dudar que este es un avance importante en la lucha contra enfermedades transmitidas a humanos por insectos, tomando en cuenta que estos son cada vez más resistentes a los insecticidas.