HISTORIAS
El cuestionable bestialismo y la ley
El ser humano y los animales han convivido juntos desde el inicio de los tiempos. Algunos de estos fueron domesticados por el hombre para cumplir funciones productivas, pero con el tiempo, algunas especies se convirtieron en una compañía más que un medio de producción. Hoy en día, el amor por los animales es muy arraigado en muchas sociedades, a tal punto que se han generado corrientes de pensamiento que protegen la vida animal. Algunas de estas corrientes se han convertido incluso en un estilo de vida como el veganismo (abstención del consumo y uso productos de origen animal o que hayan sido probados en ellos). Sin embargo, existen personas que han sobre pasado los límites al emplear a los animales para obtener placer sexual. A estas prácticas se les conoce como bestialismo e implican el uso de algún animal para llevar a cabo un acto sexual.
Recientemente, la Corte Suprema de Canadá dictaminó que el bestialismo sin penetración no constituye un acto ilegal, generando una serie de críticas por parte de diversos grupos de protección animal, según da cuenta el International Business Time de Reino Unido, en su artículo Supreme Court of Canada rules bestiality without penetration is not criminal offence.
De acuerdo a la ley canadiense, los actos sexuales con animales deben implicar penetración para ser considerados ilegales. Por esta razón, un hombre de British Columbia (provincia de Canadá) identificado solo como DLW fue absuelto de los cargos de bestialismo presentados en su contra. El hombre se encontraba acusado además de 12 cargos de violencia sexual por abusos cometidos contra sus hijastras.
Los abogados defensores señalaron que tan solo estaban pidiendo que se respete una ley promulgada en 1954, la cual precisa que un acto de bestialismo debe involucrar penetración anal o vaginal de un animal necesariamente, obteniendo la aprobación de seis magistrados de la Corte Suprema, conformada por siete miembros.
“Actualmente, la ley canadiense da a los abusadores de animales licencia de usarlos para su propia gratificación sexual”, manifiesta Camile Labchuck, directora ejecutiva de Animal Justice (organización que lidera la lucha legal por los animales en Canadá). “Esto es completamente inaceptable, contrario a las expectativas sociales, y no puede continuar”.
La magistrada Rosalie Abella, único miembro de la Corte Suprema que se opuso al fallo, señaló que los “actos con animales que tienen un propósito sexual son inherentemente agresivas con o sin penetración”.
La resolución dictada por el ente jurídico ha producido un rechazo generalizado. Diversos grupos de protección animal se han puesto de pie para reclamar que se contemple el respeto por las especies y se condene cualquier tipo de sometimiento, especialmente si este implica el uso de un animal con propósitos sexuales.
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