TENDENCIAS
La bondad de la telemedicina
Una de las tendencias que define a las nuevas generaciones es la búsqueda de la comodidad y reducir al máximo cualquier esfuerzo. Hoy hacemos la compra de alimentos, medicinas, ropa, comida para mascotas por internet, las entradas al cine a través de una aplicación, hacemos seguimiento a trámites ante el Estado por Internet, al igual como pedimos citas médicas por esta vía.
Siguiendo esa tendencia, también se hace cada vez más popular la telemedicina para países donde los pacientes quieren soluciones prácticas para dolencias menores, sin tener que pasar por los procedimientos de atención de una dolencia mayor; y, en los países en vías de desarrollo, para llegar a los lugares más alejados e incluso enviar información médica que pueda ser analizada por equipos de médicos especializados a los que no se puede acceder desde zonas remotas.
Se entiende por telemedicina la práctica de los médicos de conectarse y tener citas con sus pacientes por medio de teléfonos, vía Skype u otras aplicaciones de Internet. Esto evita la necesidad de realizar visitas continuas al hospital, cuando se trata de consultas sobre dolencias que pueden ser transmitidas por estos medios desde la comodidad de su hogar, según cuenta el artículo de Wall Street Journal “How Telemedicine Is Transforming Health Care”, sobre el cual se inspira esta nota.
La telemedicina trae muchos beneficios que van más allá de la reducción de las visitas al consultorio o el hospital. Por ejemplo, permite monitorear a los pacientes a través de distintos dispositivos que permiten medir cosas como presión sanguínea, latidos por segundo, y otros signos vitales que permiten, lo cual es muy útil en el caso de personas con enfermedades crónicas o pacientes adultos mayores.
Las bondades de esta modalidad de atención no se circunscriben al primer mundo y, al respecto, el artículo afirma que también es utilizado en países donde no hay tanto nivel de expertos para toda la población. Por ejemplo, los Médicos Sin Fronteras utilizan regularmente la telemedicina para atender ciertos casos especialmente complicados en lugares como Nigeria, Sudán del Sur, y otros, donde por ejemplo es muy útil para que radiólogos experimentados puedan mirar pruebas radiológicas de lugares remotos.
El año pasado más de 15 millones de estadounidenses usaron alguna clase de medicina remota. Sin embargo, una encuesta reciente encontró que el 39% de la población americana no había escuchado nunca el término, y quienes sí lo habían hecho, en un 42% de los casos afirmó su preferencia por citas médicas presenciales.
Por el lado de los doctores, en una encuesta donde participaron 1,500 médicos familiares, sólo el 15% dijo haber utilizado estas prácticas. Sin embargo, el 90% afirmó que usarían la telemedicina si es que esta fuera regulada apropiadamente en términos de las responsabilidades asociadas a su profesión, y, la forma en que los médicos serán remunerados.
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