El boliviano más famoso del mundo

Marcelo Claure no solo es el empresario boliviano más famoso del mundo sino que además es la persona de origen hispano con mayor fortuna en los Estados Unidos. A pesar de que seguramente no has escuchado de él, no se trata de una persona de perfil bajo sino más bien de una celebridad que se mueve muy bien en el mundo de los famosos. Por ejemplo, Jennifer Lopez cantó durante la celebración de su cumpleaños número 40 y actualmente se encuentra tratando de fundar, junto con su amigo David Beckham, un club de fútbol en Miami.

Claure es bastante honesto para reconocer que debe su éxito en gran medida al azar. Sin embargo, también es muy firme en señalar que solo los verdaderos empresarios son capaces de sacarle el mayor retorno al suerte o el azar.

El primer evento que cambió la vida de Claure ocurrió cuando regresaba de estudiar en Estados Unidos. En el avión, conoció al presidente de la Federación Boliviana de Fútbol, quien se había trazado como meta llevar a su selección nacional al Mundial de 1994. Luego de charlar amenamente con él recibió su primera de oferta de trabajo sin siquiera haber pisado suelo boliviano. A pesar de que muchos señalaban que sería imposible alcanzar este objetivo, Claure fue parte del equipo que lo consiguió.

El segundo evento que acercó para siempre a Claure al sector donde terminaría haciendo su carrera ocurrió cuando trataba de conseguir un trabajo en el banco Merril Lynch en Boston. Como recién había llegado a Estados Unidos, no tenía un teléfono móvil y cuando los reclutadores se lo pidieron, Claure no tuvo mejor idea que decir que lo había olvidado en el coche y que sería él quien llamaría cuando lo recuperara. Inmediatamente tuvo que salir a buscar una tienda donde comprar un teléfono móvil. Luego de intentar en varias que estaban cerradas, llegó a una en la que todavía estaba atendiendo el dueño. Este le comentó que estaba harto del negocio y, medio en broma y medio en serio, le sugirió la posibilidad de vendérselo. Esta conversación terminó alejando a Claure de la banca de inversión y poniéndolo al frente de un pequeño negocio.

La historia no termina ahí pues de vender teléfonos móviles en la tienda, pasó a hacerlo en gran escala a través de la acción combinada de una red de tiendas y un sistema de entregas a domicilio. Posteriormente, en 1997, fundó Brigthstar, una empresa de distribución de teléfonos móviles que se convertiría en la más grande del mundo. 

Actualmente, Claure tiene un nuevo reto: transformar a Sprint, la tercera empresa de telefonía más grande de Estados Unidos que actualmente no atraviesa por uno de sus mejores momentos. Ya comenzó tomando el toro por las astas pero el pronóstico todavía es reservado. Sin embargo, Claure está optimista pues su vida ha estado llena de ejemplos en que ha sido capaz de conseguir lo improbable. Pronto sabremos si podrá repetir la hazaña en Sprint.