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Las consecuencias de la guerra de la quinua

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El precio de la quinua en Bolivia superó los USD 250 el quintal en medio del boom del grano andino. Ahora pagan el 20% de ese precio.
31 de diciembre de 2015
Red star
Por qué es importante
Los productores bolivianos culpan a sus pares peruanos de lo que ha ocurrido con el precio de la quinua, por producir industrialmente y usar fertilizantes químicos.

Al igual que ocurre con cualquier producto, ante un exceso de oferta, el precio tiende a la baja y eso ha impactado en los agricultores más pobres que habían apostado a este grano. Muchos han tenido que retornar a la cría de camélidos sudamericanos como llamas y alpacas, o a migrar a las ciudades en busca de otra fuente de ingresos.

Y es que luego de tres años de boom del grano andino que lo llevó a llegar a precios atractivos que superaban los USD 250 por quintal, muchos bolivianos volvieron al campo a sembrar quinua, pero no contaban con que el precio se iba a ir a la baja hasta al 20% del precio que se llegó a pagar, según reporta una nota de M2 Communications. Ahora, quienes se han quedado con la cosecha están a la espera de que el precio suba (técnicamente no deben guardar más de 2 años la quinua almacenada) y otros han optado por comprar camélidos y sembrar pasto, lo que les asegura un ingreso.

La quinua es un grano andino de alto valor nutritivo que por sus propiedades y versatilidad ha conquistado mercados como el de Estados Unidos y Europa, donde es parte de la dieta de vegetarianos, veganos, celiacos y gente que apuesta por la comida saludable.

¿Quién tiene la culpa?

Para los bolivianos la reducción del precio no tiene que ver con la desaceleración de la economía sino con la guerra comercial entre productores bolivianos y peruanos por liderar el ranking de producción mundial y participar más del lucrativo negocio.

En este sentido, acusan a sus pares peruanos de producir a escala industrial y no artesanal como en Bolivia, que están usando fertilizantes químicos y que sus costos de producción son menores. También, reconocen que algunos productores bolivianos mezclaron su quinua orgánica con la quinua peruana y eso los llevó a perder el mayor valor comercial del grano sin químicos. Por otro lado, hoy en día se cultiva quinua en Estados Unidos, Canadá y otros países más, aunque no a escala industrial.

El problema de que esto ocurra es que hay 70 mil familias involucradas en la producción de quinua en Bolivia que se han visto afectadas por la reducción de los precios en el mercado internacional.

En el Perú, los agricultores de Puno, la zona altiplánica más cercana a Bolivia, también se han visto afectados por una mayor oferta del grano proveniente de la Costa peruana con menor precio, lo cual ha sido resultado de una política del gobierno para promover el cultivo extensivo de la quinua con variedades que se han adaptado a la producción en zonas con menor altitud.

Dados los resultados en ambos países, todo parece indicar que el boom de la quinua no permitió planificar las siembras y probablemente se perdió la perspectiva de lo que era conveniente promover a nivel integral en cada país.