El precio del azúcar se ha disparado, al igual de lo que ha ocurrido con los precios del cacao, el aceite de oliva, el concentrado de naranja, entre otros, según da cuenta una interesante nota de la Revista The Economist que advierte sobre el impacto que puede tener esta alza en otras industrias como las de golosinas.
Las razones que están detrás de estas alzas son variadas, pero predominan las climáticas (exceso de lluvias, las sequías, El Fenómeno El Niño, las inundaciones, entre otras) y las plagas y enfermedades que muchas veces son consecuencia de las primeras. El caso de Ghana es significativo porque el cambio climático está afectando su producción de cacao y los productores no se llegan a beneficiar del alza de precios a nivel internacional debido a que estos son regulados por el Estado.
El problema de esto es que se prevé que el siguiente año continuará el alza, lo que probablemente termine por impactar la demanda, aunque todavía la Revista indica que no hay señales de contracción en la misma.
Ahora se espera que los precios puedan volver a normalizarse porque la siguiente campaña de siembra sea mejor gracias al estímulo de los precios, aun cuando la nueva regulación de la Unión Europea para evitar la deforestación que entrará en vigencia, podría impulsar la demanda aun con los precios al alza.
Se anticipa que los importadores podrían estoquearse antes de la entrada en vigencia de la normativa y eso afectaría los precios de café y cacao.
En medio de ese escenario, lo único que queda a los consumidores es absorber los cambios de precios si quieren seguir endulzando su vida.
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