TENDENCIAS
¿Pan de granos ancestrales?
En los últimos años, con la tendencia creciente de ganar más comiendo menos y de obtener lo máximo de ciertas cosas, muchas personas han desarrollado un creciente interés en un número de granos ancestrales y no consumidos habitualmente. Ya en nuestra nota titulada “Los super alimentos” hablabamos de la tendencia de los “granos ancestrales”.
Un nuevo artículo titulado “Nothing Says 'Hip' Like Ancient Wheat” plantea algo similar. Muchas personas se interesan cada vez más por los granos consumidos en la antigüedad. Sin embargo, esto no significa que tengan que excavar para encontrarlos porque muchos de estos se siguen cultivando con regularidad en lugares como India o América del Sur, pero no tienen presencia en Estados Unidos ni en Europa.
El interés surge de la búsqueda de las personas por algo más allá de lo ordinario que no se trate de cosas modificadas. Por ejemplo, granos como la quinua y el mijo ya fueron popularizados. Además, los científicos recomiendan usar esos granos también para producir el pan con el fin de generalizar su consumo en beneficio de la salud de las personas.
Sin embargo, lo único que se siembra es el grano Triticum aestivum, conocido también como trigo o grano común, con el cual se hacen los panes que se compran en cualquier lado, como en supermercados.
Hay otros granos como el “einkorn” que se originó hace más o menos 6 millones de años, o el “emmer”, el cual fue consumido por humanos hace 400,000 años, los cuales son cultivados en India, pero no en Estados Unidos hace muchísimo tiempo, lo cual tiene que ver con la dificultad que conlleva hacer crecer estos granos antiguos.
El grano común es sumamente sencillo de cultivar, además que es menos propenso a contraer virus o a malograrse, lo que explica que en un mundo con necesidades a nivel de seguridad alimentaria, los agricultores opten por la opción más sencilla.
Además, expertos ganaderos opinaron que otro problema con implementar los granos antiguos sería el precio. Cultivarlos es más complicado y venderlos sería más complicado aún.
El pan hecho de estos granos nunca tendría el mismo precio barato y accesible que tiene el pan de trigo convencional, a menos que todo el mundo empiece a consumirlos, algo particularmente complicado.
Por tanto, aquellos interesados solo pueden optar por comprar los granos ancestrales en los mercados e introducirlos creativamente a su dieta, ya que parece que el panorama no va a cambiar por un buen tiempo.
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