IDEAS
No a la pesca con dinamita
La pesca ha constituido una de las principales actividades económicas de la civilización por siglos. Los antiguos hombres se adentraban en el mar en pequeñas barcas de madera y debía emplear toda su fuerza para poder cargar sus redes. Hoy grandes embarcaciones industriales usan grandes máquinas que levantan el peso de las redes con facilidad y existen leyes que protegen la fauna marina estableciendo periodos de veda, es decir, cuando no se puede pescar.
Sin embargo, muchos pescadores alrededor del mundo emplean dinamita para atrapar a los peces desde hace algún tiempo, violando toda norma regulatoria y generando daños irreparables en el fondo del mar, de acuerdo a un artículo de National Geographic, titulado “Watch fishermen bomb their catch out of the wáter”.
Con tan solo una carga de dinamita y una botella plástica, estos pescadores provocan detonaciones en el fondo del mar que están cambiando la vida en los arrecifes. En cuestión de segundos muere una gran cantidad de peces y se destruyen corales. A esta práctica ilegal se le conoce como “pesca explosiva” y se lleva a cabo en países desde el Líbano y Malasia hasta las Filipinas. Para tranquilidad de muchos, en Kenia y Mozambique se ha logrado frenar esta práctica, pero en Tanzania (África) aún es una técnica usada a gran escala.
El año pasado, la Wildlife Conservation Society (Sociedad protectora de la vida salvaje) expidió un informe que explicaba a profundidad el alcance de esta práctica ilegal en la parte del océano Índico de Tanzania, reportando más de 300 explosiones en tan solo 30 días, lo cual significa un total de al menos 10 explosiones diarias. Más adelante, la Wildlife Watch (organización medioambiental) escribió al respecto también.
Para continuar con la denuncia de la pesca explosiva, National Geographic ha realizado un documental que difunde explícitamente cómo se llevan a cabo estas detonaciones en las costas de Dar es Salaam (ciudad más poblada de Tanzania, África). Las imágenes muestran el momento preciso en que un pescador detona dinamita bajo el mar y la explosión se alza hasta la superficie y fuera de ella.
El procedimiento es básicamente el siguiente: se coloca el cartucho de dinamita en una botella plástica, se sumerge bajo el agua y se detona. Todo aquello que esté cerca de la explosión es destruido inmediatamente y las ondas generadas se expanden en la profundidad y golpean a los peces que se encuentran más alejados, matándolos o dejándolos inconscientes. Los peces por último emergen a la superficie flotando, lo cual hace mucho más sencillo recogerlos.
Pero las consecuencias de esta modalidad de pesca alcanzan diversos aspectos. Por un lado, convierten al mar en un lugar muy inseguro, donde cualquiera puede explotar si se encuentra en el lugar de la detonación. Esto afecta directamente al turismo, lo que en consecuencia golpea la economía. Además, los pescadores artesanales dejan de entrar a alta mar por el riesgo de ser dañados con los explosivos o de no encontrar nada que pescar. Finalmente, destruye el habitad de estos animales, lo cual a la larga lleva a la escasez.
Las autoridades deben tomar rápidamente nota de esto y sancionar a los que realicen estas actividades, así como prevenir que ocurra en nuestros países.
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