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Los problemas de la comida enlatada
Quizá nunca haya escuchado hablar del Bisfenol A (BPA) o del Ftalato, pero están presenten en muchos de los utensilios que empleamos a diario. El Bisfenol es un compuesto orgánico usado para la fabricación de plásticos, al igual que el Ftalato, un compuesto químico. Desde hace algunas décadas atrás se cree que estos materiales podrían ser tóxicos para el ser humano y que se transfieren a la comida y bebidas en el caso de botellas plásticas o latas de conserva. Algunos estudios señalan un posible vínculo con la infertilidad en hombre y mujeres, de acuerdo a un reciente artículo de CNN, titulado “Canned food linked to BPA risk in new study”.
El BPA y el Ftalato son empleados para la fabricación de los siguientes productos: contenedores plásticos para alimentos, productos de belleza, cepillos dentales, juguetes para niños, conservas, entre otros.
El estudio al que se hace referencia fue publicado en el Enviromental Research y empleó información recolectada de 7669 personas estadounidenses de 6 años a más, entre el 2003 y 2008 como parte del National Health and Nutrition Examination Survey. Los resultados sugieren que la concentración de BPA en sopas y pastas enlatadas es más elevada que en el caso de vegetales y frutas. Si bien es cierto, algunas marcas ya no emplean estos compuestos químicos, en la mayoría de los casos esto sigue ocurriendo.
Los investigadores encontraron que aquellas personas que habían consumido algún alimento enlatado en las últimas 24 horas resultaron tener una concentración más elevada de BPA en un 24% en comparación con quienes no había consumido conservas.
La razón por la que las sopas enlatadas representan mayor riesgo, especulan los científicos, es que la sopa es sometida a altas temperaturas para ser producida y contiene más grasa que otros productos. “Una sopa enlatada, que comúnmente tiene elementos sólidos y líquidos, debe ser expuesta a largos periodos en el calor para que todos los ingredientes alcancen la temperatura requerida para ser esterilizados”, señala Jennifer Hartle, investigadora asociada de Stanford University School of Medicine y líder de la investigación. “
Los efectos que tienen en nuestra salud el consumo o uso de productos que contienen BPA incluyen diabetes, obesidad, problemas cardiovasculares, problemas reproductivos, entre otros.
Sin embargo, para John Rost, presidente de Noth American Metal Packaging Alliance, los resultados en alimentos enlatados son bajos y los consumidores deben saber que las posibilidades de que estos efectos se perciban son de uno en un millón.
En cualquier caso, lo bueno de conocer esta información es que cada persona puede decidir lo que más conviene para su salud.
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